La política energética en España debe ser muy complicada. Son muchos los intereses que hay, las empresas, grandes y pequeñas y sobre todo los afectados. Todos. Porque quién más y quién menos consume energía. Cuadrar el círculo no debe ser fácil. Pero de ahí a que en los últimos 40 años todo sea una continua improvisación comienza a cansar a todos. Los últimos capítulos de esta política energética de improvisación se han vivido estos días en España. Sin ir más lejos este lunes, inicio del curso para muchos trabajadores y para los políticos.
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