El portavoz de la Fundación Francisco Franco, Jaime Alonso García, asegura en Al Rojo Vivo que el dictador Franco "no fusilaba a gente": "De las penas de muerte, conmutaba o no en virtud de la gravedad de los delitos". "¿De quién es la Seguridad Social, quién hizo la Sanidad Publica?", recrimina, asegurando que "la Ley de Memoria Histórica distorsiona la realidad".
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Franco sabía delegar.
Si tienen que insistir con la tontería de la Seguridad Social y la Sanidad, pocas ideas les quedan.
#1 #2 #4
A la gente le gustaba dar dinero qu no tenian a Franco y los terrenos lo raro no es que solo tuviera un pazo sino mil con lo generosa que era la gente que iban metiendole billetes al dictador en el bolsillo incluso en epocas de hambre.
Cuanta verguenza podemos soportar antes de que pase algo o nos multen o nos condenen otra vez desde Estrasburgo.
Las multas tambien las pagamos todos con dinero publico.
Y no exactamente por ser "especie" en peligro de extinción.
Españistan en estado puro, nada nuevo cara al sol.
Me cansa enormemente el falso argumento de que las víctimas son de los dos lados. Claro, en una guerra mueren en ambos bandos, sino, no es una guerra, es un genocidio. Pero las victimas de los golpistas fueron enterradas, laureadas y recompensadas, mientras que las del otro bando siguen en las cunetas. Eso sin contar que cuando se habla de las victimas del franquismo no solo se habla de las victimas de la guerra, sino de las victimas que vinieron con la dictadura, detalle que obvian convenientemente.
Lo de siempre, cinismo a espuertas, y encima subvencionados por TODOS los españoles.
Eso de delitos de sangre lo he leído mucho refiriéndose a algunos miembros de cierta banda, que como no tenían delitos de sangre había que dejarles en libertad por la paz y tal.
Dar la órden de que se mate a alguien es un delito de sangre, por lo que si no tenían delitos de sangre, es porque manejaban el sistema judicial, no porque no los tuvieran en un sistema imparcial.
A ver, él, no, desde luego. Tenía verdugos para eso. Casi todos los dictadores en realidad no son más que unos cobardes... Persiguen, dictan sentencias, condenan a muerte, pero luego son incapaces de ejecutar ellos mismo sus propias órdenes, permanecen siempre lejos del horror, no se atreven a mirar a los ojos a sus víctimas, igual que no se atreven a ser juzgados, ni por los hombres, ni por la Historia e intentan también torturar, retorcer y condenar a ésta.