La creación del área protegida más grande del mundo: un santuario marino de 1,8 millones de kilómetros cuadrados en la Antártida es el principal objetivo de la nueva campaña de Greenpeace. El santuario protegería a los pingüinos, ballenas y el resto de los mamíferos antárticos de la pesca desenfrenada que los deja sin alimentos.
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