Estamos rodeados de solitarios. Solo hay que fijarse en el comensal que, a diario, come sin compañía, en los turistas que se van de vacaciones en completa soledad, en quienes añoran la cola del supermercado para entablar una conversación. A veces el solitario es uno mismo, cuando desborda un estado emocional "que podría relacionarse con nostalgia, melancolía, morriña, añoranza, desamparo, abandono, sensación de fracaso y tristeza de forma más genérica", según la definición del psicólogo, psicoterapeuta e investigador Marc Ruiz.
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etiquetas: soledad , social , emocional , salud
Yo disfruto la soledad, y cuando me apetece socializar lo hago.
Indistintamente a mí lo que me agobia no es la soledad, sino que las responsabilidades de la vida, me impidan mi rato de tranquilidad.
La descripción de un solitario por antonomasia
...Y contento de ello.
De locos, hasta tenía el día del amigo imaginario donde todas las semanas fingía que me reunía con alguien y estaba un par de horas hablando.