Una supercélula acompañada de granizo del tamaño de pelotas de ping-pong y de fuertes rachas de viento de hasta 95 kilómetros por hora ha dejado lunas de coche destrozadas, tejas rotas, árboles caídos, pájaros muertos e inundaciones en esta zona de Teruel
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Además tormentas cómo estas tan gordas son más comunes en verano, que en invierno.
Las lluvias de invierno en Zaragoza, cuando las habia, suelen ser más largas y menos voluminosas.
Cada vez que veo uno en la calle, sonrio de la rareza que es.
Eso sí, palomas, todas las que quieras, putas ratas aladas.
Hace 10 años no había.
Eso sí. Como se te caiga una miga de pan en la terraza del bar se monta una pequeña revolución.