Un estudio español revela que la actividad del cerebro durante los primeros días de vida es esencial para que las conexiones entre los dos hemisferios se establezcan correctamente. Cux1 y Kv1 son dos proteínas implicadas en este proceso, y su ausencia lleva a un defecto en el cableado semejante a lo que ocurre en enfermedades como el autismo. Según indica el trabajo, en roedores existe un periodo de tiempo tras el nacimiento en el que sería posible recuperar las conexiones perdidas.
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