Hoy, TVE se muestra algo pérdida, bloqueada, quizá incluso como nosotros mismos, ante un futuro inestable, con unos responsables que parece que no saben, a diferencia de antaño, cómo se hace una televisión que esté en la calle, que conecte con la empatía del público. Porque es para el público para quien se hace esta caja tonta que en tiempos pasados demostró ser muy lista: como propulsora de la cultura, de la información...Ante este panorama, TVE debe aprender de si misma, de tres graves errores y tres aciertos.
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