El estado de ánimo de toda la familia cambió sin que supieran por qué, se escuchaban ruidos de pasos en habitaciones en las que no había nadie e incluso se llegaron a ver apariciones. Le ocurría tanto al matrimonio como a los hijos y a los miembros del servicio. No parecía una invención por parte de unos pocos. Y lo peor es que pronto supieron que los antiguos residentes de la casa habían tenido experiencias similares. Un oftalmólogo encontró la clave científica para explicar estas historias de fantasmas típicas de las novelas góticas.
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