Cultura y divulgación
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La neocensura en Zipi y Zape

¿cómo podíamos reírnos de aquel maltrato recibido por los niños a manos de su padre? Yo tengo la respuesta clara: porque sabíamos establecer los límites de la ficción, y por ende podíamos reconocer, también, los límites de un humor que no ofendía a nadie. Pobre Pantuflo Zapatilla, ahora retrógrado fascista; pobre Jaimita, víctima del maltrato; pobres críos. La influencia de estos tebeos acababa donde terminaba nuestra fantasía, sin que esta pisara el terreno de lo censurable. Sí, hubo un tiempo en el que la imaginación no delinquía.

| etiquetas: neocensura , zipi y zape , escolar

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