A Juan de la Cruz Cano y Olmedilla el celo profesional le jugó una mala pasada. Cuando en 1764 asumió el encargo de Carlos III de elaborar un mapa de Sudamérica, el bueno del geógrafo puso tanto empeño, tanto se volcó en el proyecto y tan preciso fue el resultado final que al contemplarlo el rey quedó espantado. Su mapa era una auténtica joya cartográfica, pero acabó condenado por el Borbón. Por orden expresa del conde de Floridablanca las contadas copias del mapa se esfumaron, como si jamás hubiesen existido.
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etiquetas: carlos iii , américa del sur , mapa , juan de la cruz cano y olmedilla
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70 megas, se ve al detalle
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El fallo fue no decirle al cartógrafo que le diese moviese la rayita de la linde bien metida al este, que los líos de lindes se enquistan por generaciones
Por si alguien se encuentra en la misma situación.:
web.archive.org/web/20221007113629/https://www.hermeneuta.es/articulo/
"El mapa implicaba un reconocimiento de las usurpaciones territoriales de Portugal"
En la película La Misión (que quién no haya visto a estas alturas merece la muerte tras tormento) se ve.
Cc: #12
No es muy poco para un mapa original tan detallado?
Despues de todo, los piratas buscan camareros