Recuerdos y reencuentros, baños en el río, paseos en bicicleta, primeros amores y noches a la fresca. Son los “años de niñez en que el tiempo no existe, cuando unas horas o un día son cifras de la eternidad. Porque, ¿cuántos siglos caben en las horas de un niño?” Estas reflexiones de Luis Cernuda de su libro Ocnos condensan los motivos que nos impulsan a volver al pueblo en verano
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etiquetas: ir al pueblo , noches de verano , recuerdos de la niñez
Ah, y porque este año la pasta no llega para irte a la playa.
Que ya está todo dicho
Así que ya vivían bien y siguen viviendo bien.
Al que se fue, bueno, pues hubo gente que le mejoró y otros siguieron igual, sobreviviendo. Tampoco empeoraron.
Y es que, cuanto más tiempo pasa, más se olvidan los malos ratos y se acuerda uno sólo de los buenos.
Así que se logra que, al escribir sobre ello, le revivan a la gente buenas sensaciones.
Aunque este artículo no es de buena factura, todo sea dicho, y no lo logra mucho.
Pero si tu pueblo está en mitad de un secarral, lo único para bañarse es la piscina del pueblo de al lado o la de la pelma verborreica de tu prima y el cuñadazo de su marido, hace un calor de la ostia, la gente tiene una relación "medio tensa", esa parte de tu familia que vive ahí es "compliacada", las fiestas patronales son la apoteosis de la garrulez.... No voy ni jarto....
Pues dependerá de cómo sea el pueblo y qué relación tengas con él....
Y empeñaban sus propiedades para pagarse el pasaje al Caribe o a Sudamérica, eso se tradujo en que los ricos, que prestaban el dinero con la propiedad como aval, concentraron muchísimas más tierras de pequeños propietarios que no pudieron devolver los préstamos.
Y los pobres que no tenían nada, vivían en cuevas y trabajaban las tierras de otros a cambio de migajas.... Igual de pobres y sin medios para emigrar.
Yo voy encantado y me gasto mucho más que si fuera a Benidorm, pero claro me lo gasto en mi pueblo.