Yo tuve una novia que era exagerado, cada finde queria pasar de 3 a 6 h. de shopping, compraba y compraba, luego no se ponia ni la mitad, cuando terminamos e hizo sus maletas lleno 2 maletas de ropa sin estrenar... es enfermizo.
Ahora que con mi mujer me toco la loteria, es de lo mas practico, va solo cuando necesita y no pasa ni 10 minutos buscando
La verdad es que si las compras son para mi, prefiero ir sola. Es más cómodo y si a él no le gusta es tonteria hacerle ir. Pero si las compras son para la casa, la comida o ropa de los niños etc, pues si que podrían arrimar el hombro un poco ¿no? Que se ven algunos..
El que más penica da es el que está rodeado de maquillaje y sujes. Pobre.
Hombre cargado, hombre casado (de bolsas, se entiende).
A mí la mía me hace lo mismo. Me dan ganas de mandarla al carajo, pero como la quiero y la veo tan feliz de tienda en tienda, me aguanto. Qué potito es el amor.
No hay nada peor que acompañarlas a comprar zapatos, nada les gusta, y si les gusta no hay el color o no hay la talla, y vamos para ora tienda y pregunte y busque..... Hasta que por un acto de supervivencia hay que decirles a cualquier mierda de zapatos que esos son, que le quedan preciosos, que los coja que le quedan bien... No se yo, pero si un día veo unos zapatos, los veo desde fuera del escaparate, se que me gustan, entro y los compro en una operación que no tarda ni 10 minutos y no pido opinión a nadie.
#2 Es que no creo que nadie de marketing haya pensado que es buena idea poner asientos en un supermercado, quieren que la gente se mueva y compre cosas, no que se apalanque.
Y porqué tienen que ir? Yo debo de ser mas rara que un perro verde, porque no veo el porque el hecho de ser pareja implique tener que hacerlo todo, pero todo juntos.
Necesito mi espacio y creo que todos lo necesitamos.
Ahora que con mi mujer me toco la loteria, es de lo mas practico, va solo cuando necesita y no pasa ni 10 minutos buscando
El que más penica da es el que está rodeado de maquillaje y sujes. Pobre.
A mí la mía me hace lo mismo. Me dan ganas de mandarla al carajo, pero como la quiero y la veo tan feliz de tienda en tienda, me aguanto. Qué potito es el amor.
Necesito mi espacio y creo que todos lo necesitamos.