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La campaña negativa de la izquierda ayudó a la derecha a ganar en Suecia (inglés)

Una campaña de desprestigio al estilo estadounidense que sugiere que todos los conservadores aprueban el fascismo condenó a los socialdemócratas. La victoria del centro-derecha es una señal de que la campaña negativa al estilo estadounidense no es una cura para la falta de ideas políticas.

| etiquetas: suecia , eleciones , campaña negativa
  1. Traducción con Deepl:

    Los partidos de izquierda suecos -los socialdemócratas, los verdes y el Partido de la Izquierda- no suelen admirar a Estados Unidos ni imitar su política. Pero en la campaña que precedió a las elecciones parlamentarias del 11 de septiembre, los dos primeros partidos, en particular, hicieron una campaña negativa que haría sonrojar a los más experimentados lanzadores de barro estadounidenses, calificando constantemente al bloque de centro-derecha de "marrón".

    Como sabe todo escolar sueco que haya estudiado la Alemania nazi, el marrón es un color asociado al fascismo. (La Sturmabteilung, el ala paramilitar nazi original, también era conocida como Braunhemden, los camisas pardas). El desprestigio casi funcionó. En lugar de ello, su retórica de miedo al fascismo impulsó a los Demócratas Suecos de extrema derecha a un resultado sorprendente -obteniendo casi el 21% de los votos y convirtiéndose en el segundo partido más grande del país- y ayudó al bloque de centro-derecha a obtener una victoria inesperada.

    "Me sitúo entre los azul-marrón y el poder", dijo la política del Partido Verde Marta Stenevi en una entrevista este mes. "Marrón-azul" es un epíteto que la colíder de los Verdes utiliza con frecuencia al hablar de los partidos de oposición de centro-derecha de Suecia, especialmente durante la campaña electoral. También lo hacen otros Verdes, por no hablar de los socialdemócratas. Incluso la primera ministra saliente, Magdalena Andersson, que se presentaba a sus primeras elecciones generales como líder de los socialdemócratas y que apareció como una mujer de Estado con el presidente finlandés Sauli Niinisto para hablar de las candidaturas de Suecia y Finlandia a la OTAN esta primavera, denunció a todos los partidos de la derecha del centro como "pardos azules".
  2. #1 Uno de estos partidos, los Demócratas Suecos, es lo que algunos llamarían de extrema derecha (es decir, marrón), aunque los propios Demócratas Suecos -cuya posición principal es un llamamiento a la reducción de la inmigración- se consideran pragmáticos. De hecho, a lo largo del ascenso de los Demócratas Suecos al poder parlamentario en los últimos 12 años, incluso los socialdemócratas han adoptado una postura más restrictiva en materia de inmigración.

    Los otros partidos a los que se dirige el desprestigio azul-marrón son los liberal-conservadores de mercado, los liberales de mercado y los democristianos, respectivamente. (Todos sus logotipos utilizan variaciones del color azul.) Pero eso no importaba; como los tres partidos habían expresado su voluntad de trabajar con los Demócratas Suecos, los socialdemócratas y los verdes vieron la oportunidad de mancharlos a todos como fascistas. He vivido en muchos países, todos ellos democracias liberales, pero nunca he visto a un bloque manchar sistemáticamente a la oposición con tales epítetos.

    Uno habría pensado que, dados los diabólicos problemas a los que se enfrenta Suecia, sus partidos gobernantes -los Verdes eran el socio menor de los socialdemócratas hasta el pasado noviembre- habrían hecho todo lo posible para convencer a los votantes de que, si se les concedía otro mandato en el gobierno, presentarían soluciones estelares. Entre los problemas que necesitan atención urgente se encuentra una epidemia de violencia armada que ha ido creciendo desde 2013 a pesar de que la violencia armada ha disminuido en el resto de Europa. En la ciudad sueca de Kalmar, de unos 38.000 habitantes, por ejemplo, tres personas han sido asesinadas a tiros este año. La violencia se lleva a cabo sobre todo entre bandas rivales en 61 zonas con gran número de inmigrantes identificadas por la policía, pero con frecuencia daña a transeúntes inocentes, incluidos niños. Por supuesto, también está la crisis energética, el cambio climático y la necesidad de prestar atención a las escuelas y al sistema sanitario de Suecia.

    Hasta las 11 de la noche de las elecciones, la campaña negativa parecía haber funcionado para los socialdemócratas y los verdes. Junto con el Partido de la Izquierda y el Partido de Centro (antes de centro-derecha), iban camino de la victoria sobre el bloque de centro-derecha liderado por el líder de los Moderados, Ulf Kristersson. Pero entonces la balanza se inclinó. El miércoles por la noche, con prácticamente todos los votos escrutados, el equipo de Kristersson había ganado 176 de los 349 escaños del Riksdag, frente a los 173 del bando de Andersson. Es un margen pequeño, pero una victoria, y una victoria sorprendente.

    El miércoles por la noche (hora local), Andersson concedió la victoria, y Kristersson se dedicará a formar gobierno. No está claro qué papel desempeñarán los Demócratas de Suecia en él, si es que lo hacen, pero aunque el partido no acabe dirigiendo ningún ministerio, seguirá desempeñando un papel crucial en el parlamento. Este partido, que no entró en el Parlamento hasta las elecciones de 2010, es ahora el segundo partido más grande de Suecia.
  3. #2
    La victoria del centro-derecha es una señal de que la campaña negativa al estilo estadounidense no es una cura para la falta de ideas políticas. Sí, la difamación "azul-marrón" parece haber debilitado a los moderados -que obtuvieron el 19,1% de los votos, 0,7 puntos porcentuales menos que en las elecciones de 2018- y a los democristianos, que obtuvieron el 5,3% de los votos, 1 punto porcentual menos. Pero los Demócratas Suecos, el principal objetivo del desprestigio, salieron indemnes; de hecho, fueron el claro ganador de las elecciones, al obtener un 20,5% de los votos (un aumento de 3 puntos porcentuales) y convertirse en el segundo partido más grande del país.

    Pero, a pesar de los insultos, los liberales pro mercado volvieron de una muerte política esperada este año bajo un nuevo líder interino, Johan Pehrson, y obtuvieron el 4,6% de los votos (sólo 0,9 puntos porcentuales menos, después de haber tenido unas encuestas tan malas este año que parecía improbable que alcanzaran el umbral del 4% del Riksdag).

    Mientras tanto, los Partidos de Izquierda y de Centro -que también formaban parte de la coalición electoral de Andersson- sufrieron una fuerte caída, obteniendo cada uno el 6,7% de los votos, con un descenso de 1,3 y 1,9 puntos porcentuales, respectivamente. De hecho, muchos antiguos votantes de los socialdemócratas y del Partido de Centro se han pasado a los demócratas suecos en los últimos años. Especialmente en el caso del Partido de Centro, estas elecciones demostraron que sus votantes rurales tradicionales ya no se sentían representados por los políticos de centro que parecían coquetear con la élite metropolitana.

    Sin duda, las elecciones no se decidieron sólo por los socialdemócratas y los verdes que jugaron la carta del fascismo. Los partidos presentaron ideas diferentes sobre cómo abordar la epidemia de violencia con armas de fuego, cómo debería establecerse el sistema escolar, cómo abordar el cambio climático y qué hacer con la crisis energética. Los democristianos, en particular, funcionaron como la vanguardia del trío azul, presentando ideas innovadoras -entre ellas, cómo abordar la guerra de bandas, cómo reducir drásticamente los tiempos de espera en la sanidad y por qué Suecia debería ampliar la energía nuclear- que los moderados y los liberales podían aprovechar.

    Durante la campaña, destacó la escasez de ideas de los socialdemócratas.

    Frente a esta competencia, destacó la escasez de ideas de los socialdemócratas. Su…   » ver todo el comentario
  4. Una campaña al estilo Trump solo sirve si pretendes desmovilizar a un electorado que tiene sentido crítico.

    Trump lo dijo, puedo matar a alguien en mitad de una de las principales calles del país y mis votantes me seguirán apoyando ciegamente.

    Tambien sabía que sembrar desconfianza sobre su rival sacando mierda y bulos desmovilizaria a sus electores.

    Se centró en hacer eso y ganó.

    Dudo que movilices voto socialdemócrata vendiendo solo lo malo que es el otro, o que le restes votos a la derecha o ultraderecha llamándoles ultraderecha, al contrario, van a votar más convencidos, igual si consigues una foto de alguno con un negro o un gay consigas tirar a ese.
  5. Llamar facha a todo el que no esté de acuerdo con las frikadas que digo, ¿qué podría salir mal?
  6. Llamar comunista a todo el que disienta de las burradas que digo.... poseso, que podrían dárnoslas con queso.
  7. La izquierda postmoderna europea hace décadas que es una copia barata del partido demócrata de EEUU.
  8. Es como en la Comunidad de Madrid. Iglesias le hizo la campaña a Ayuso. Y al dejar él la vicepresidencia del Gob para enfrentarse a Ayuso, le hizo pasar de ser una política de nivel regional a nivel nacional.
  9. No hay que dejarse engañar por las ratas nazis. hay que aplastar el fascismo, que no se levante más.
    La propaganda fascista, como este artículo de mierda, no es más que basura para idiotas.
  10. #5 ¿Frikadas como por ejemplo que hay que respetar los derechos humanos o que está mal prejuzgar a la gente por su origen?

    #7 xD xD xD xD

    El nivel de ignorancia que hay que manejar para equiparar a los demócratas de EEUU con los partidos de izquierda del resto del mundo.
  11. #5 O machista...
  12. #2 Entiendo que es secundario el tipo de campaña. Cuando los Demócratas de Suecia pasan de no estar en el parlamento aen el 2010.a ser.la segunda fuerza política.lo que se está votando son las propuestas para los problemas de la sociedad sueca. Para bien o para mal refleja un hartazgo de esa sociedad.
  13. Conozco a un par de Democratas de Suecia, uno me enseñó el otro día una cerveza con Hitler en la etiqueta. El otro llama sacos de basura a las musulmanas vestidas de negro. Yo mas que fachas les llamaría nazis directamente #5
  14. #5 Que algo no rente politicamente, no significa que no sea cierto. Igual que mentir es muy rentabble, politicamente, tambien esta demostrado, que es asi, si se hace bien.
  15. #11 Del resto del mundo no, leeme. He dicho de la izquierda postmoderna de Europa. No me refería a China, Cuba o Venezuela, por citar tres ejemplos.

    Y siendo justos, parte de la derecha europea también está copiando a los republicanos de EEUU.
  16. Opinión "super objetiva" de una analista ultraconservadora que se niega a llamar "extrema derecha" a un partido político que hace bandera del nacionalismo y la xenofobia. Pues fale.

    Comparar los resultados de las elecciones con 4 años de diferencia no permite llegar a conclusiones sobre la efectividad de una campaña electoral de 15 días. Igual los fascistas suecos tenían una intención de voto del 35% antes de la campaña electoral, y al final bajaron al 20% gracias a que la izquierda llamó a las cosas por su nombre. Igual los que ayudaron a que los fascistas no bajaran más, fueron los "moderados" que los blanquearon.
  17. Calificar de fascismo a cosas que podrían ser aceptables hasta para una persona de izquierda moderada, es blanquear al fascismo.

    Le resta poder a la palabra, y luego pasa lo que pasa.
  18. #16 Sigue siendo una memez equiparar a los demócratas, un partido más meapilas que el PP o el PNV y que apoya la pena de muerte, con cualquier partido de izquierda "posmoderna" de Europa.
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menéame