Una empleada de McDonald's fue arrestada y pasó una noche entre rejas por servir a un oficial de policía una hamburguesa demasiado salada. El oficial de policía asegura que la hamburguesa estaba tan salada que, tras comérsela, enfermó. Kendra Bull, de 20 años, se enfrenta ahora a un juicio por conducta temeraria. Los restos de la hamburguesa están siendo analizados en los laboratorios de la policía. Another day in America...
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