A solo una manzana de la famosa Avenida Diagonal de Barcelona, se encontraba la librería Europa, especializada en la venta de ejemplares de ideología nacionalsocialista. Mi lucha, de Adolf Hitler, o Los protocolos de Sión, de tinte antisemita, eran algunos de los títulos vendidos dentro de ella. También allí, según la Federación de Comunidades Judías de España, se convocaban conferencias destinadas al adoctrinamiento sobre la negación del Holocausto y el odio a las personas judías.
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Luego ves como Pedro Varela se pasea en el último acto de BOX en la campaña catalana y entiendes por qué le llaman "librero", porque como dice el dicho "si a una mesa de 10 se sienta un fascista, hay 10 fascistas en la mesa".
Pena de titular, porque el contenido explica un poco la vida y milagros de semejante fascista.
Un puto nazi, vaya.
Hay que ver lo bien que funciona el fachapass
Como curiosidad se puede citar que una de las razones de cierre fue una demanda de propiedad intelectual por parte del gobierno alemán, dueño de los derechos del Mein Kaff de Hittler, que al parecer este "librero" editó sin pedir permiso, permiso que el gobierno alemán nunca concedió a nadie y que esperó a que caducaran los derechos para editar la obra comentada de manera extensa, copando el mercado con la obra comentada antes que buitres como este del que hablamos pudieran repetir su "hazaña" pero ahora sin delinquir.
Cuidado con lo que niegas, amigo....
Cosa chunga eso de prohibir dudar de algo, o prohibir afirmarlo.
Por cosas así casi queman a Galileo los curas.
Tiene cojones la cosa
Ahora resulta que desconocer las leyes exime..