La Delegada del Gobierno de Madrid, Cristina Cifuentes, se resguarda en un restaurante de las críticas e insultos de su propio pueblo. Al final, fue parte de los manifestantes y de la prensa quienes se encargaron de custodiarla hasta el restaurante.
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Si los manifestantes tuvieran la mitad del coraje que tiene ella, ya estarían poniendo bombas en instituciones como hacían los anarquistas de hace 130 años y no los muy ladradores, poco mordedores de ahora.
Un olé por esta gente, que le han puesto el oído fino, pero no la han agredido ni tocado un pelo, aunque como esto siga así mucho me temo que más de uno le va a pasar como a berlusconi cuando se tragó una estatuilla de roma en los dientes.
Es una experta en el manejo de la manipulación y una provocadora irresponsable en potencia. No hay más que ver cómo utiliza las redes sociales. Siempre que genera polémica, se dedica a retuitear y contestar a los que utilizan violencia verbal y a los que criticamos hechos objetivos nos bloquea. A mí por poner un enlace a la noticia de que a su marido lo reclamaba la justicia me bloqueó.
También se dedica a proclamar el ideario humanista de su partido cuando es la responsable de, por ejemplo, el pelotazo de goma a una niña de 11 años o las imágenes en las que meten al furgón a una anciana que participaba pacíficamente en las protestas.
lo que no entiendo es como cargarse a un hijo de puta probado tenga que ser delito.
#36 Esta mujer tiene informes de policía diciendo que los manifestantes son pacíficos, así que sabía que no correría riesgo su vida, quizás algún empujón que le habría venido de perlas para sus objetivos políticos.
Primer paso dado.
#132 Más bien decimoséptimo paso dado para reírse mas y mas del "populacho"
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