Frecuentes son las historias que nos hablan de la heroicidad de los perros o incluso de las palomas mensajeras. Ambos son protagonistas no menores de numerosos ejemplos de abnegación y servicio. Sin embargo; no resulta fácil hallar ejemplos como los anteriores en los que el protagonista sea un ejemplar de la especie vacuna: vaca, toro o buey. Pero no será ficción a lo que nos refiramos en las siguientes líneas, sino ejemplos concretos en los que estos animales fueron los protagonistas, heroicos en muchos casos.
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etiquetas: bueyes , naukas , héroes , historia , western
Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.
Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.
No soy un de pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.
¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?
Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.
Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.
Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cuadra;
las águilas, los leones
y los toros de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo
ni se enturbia ni se acaba.
La agonía de los bueyes
tiene pequeña la cara,
la del animal varón
toda la creación agranda.
Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.
Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.
Miguel Hernández
Los son.
Yo he arado con bueyes. A ver cuantos pueden decir lo mismo. Esos bichos son fantásticos. Obedientes y fiables. Los quiero.
elpais.com/diario/2001/12/10/educacion/1007938803_850215.html
Me ha venido a la cabeza así, espontáneamente. Se supone que la expresión significa que donde hay fuerza no hay inteligencia.
En la naturaleza los animales sufren igual o más: pasan frío, calor, hambre y sed a veces hasta la muerte, el macho alfa les apaliza, las enfermedades, las infecciones y los dolores les martirizan, los depredadores les acechan, los hieren, los matan e incluso se los comen estando todavía vivos.
La naturaleza no es una película de Walt Disney.
Que en la naturaleza los animales sufran no justifica que nosotros les inflijamos sufrimiento. Eso es como intentar justificar la esclavitud humana apelando a que en la naturaleza los humanos sufren también.
Tu comentario sí que parece una película de Walt Disney, de lo infantil que es.
Que tengamos adultos hoy día comportándose de esta forma tan ridícula e infantil con los animales muestra lo mucho que nos hemos alejado de la naturaleza. Y lo más gracioso es que los que piensan así se creen que son los que están más cerca. En fin...
Las películas de Walt Disney no tratan a los animales como si fueran humanos sino que realizan representaciones antropomórficas de figuras animales. Pero parece claro que no sabes distinguir una cosa de la otra.
Los estás humanizando tú. Léete:
"Los animales no son "héroes" sino que son víctimas. Son obligados a trabajar para los humanos. Ellos no han elegido estar ahí. Es una situación de esclavitud."
Poner a animales al nivel de personas (esclavos) le aseguro que no ayuda a su argumentación
No hay ninguna argumentación que justifique poner a los animales a un nivel diferente o inferior al de los humanos. Además, los animales son personas, puesto que son seres conscientes que poseen personalidad, y así está reconocido por la comunidad científica.