Hay sectores educativos que destacan el valor del esfuerzo como recompensa intrínseca a la realización de cualquier actividad. Se trata de una vieja concepción bíblica: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”. Aunque, al fin y al cabo, no es más que el primer principio de la Termodinámica: “Es imposible construir una máquina de funcionamiento periódico que produzca energía en forma de trabajo sin consumir una cantidad equivalente de energía”. Vamos, que todo nos cuesta trabajo.
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Una niña acompaña a su padre y le ayuda a portar una bolsa de pan que han comprado en la panadería del barrio. De vuelta a casa el padre le pregunta:
─ ¿Pesa?
Y la hija responde:
─ ¡Qué va, papá! No pesa nada
─ Algo pesará, hija –le corrige el padre-.
Es obvio que la niña percibe el peso, aunque no lo comprenda.
En todo caso, no es patrimonio de los sistemas educativos, sino de la sociedad que nos vamos creando, de la que forma parte el sistema educativo.
esfuerzoconstancia. Y no incluyo a los hijos de los millonarios, por supuesto.FTFY. El esfuerzo, el sacrificio y la privación sin contexto no son nada en si mismos. Lo que hay que enseñar es a tener constancia, que es lo produce frutos tangibles. Dentro del contexto de esa constancia es donde se puede explicar por qué un sacrificio o privación ahora pueden merecer la pena luego.
Y obviamente la constancia por si sola no es garantía de éxito en nada, sino una buena estructura para ello en el mejor de los casos. Por ejemplo: quien nazca con una cuchara de oro en el culo y tenga un coco medianamente normal puede conseguir algo grande con mas facilidad que quien nace sin cuchara ni oro y el mismo coco.
Quizás deberíamos hablar de la percepción del esfuerzo (que por otro lado desarrolla un poco el post). Cuando se dice "¡tienes que esforzarte!" se habla de realizar una actividad ingrata a toda costa. Es decir, por lo general por "esfuerzo" se entiende hacer algo poco placentero o directamente molesto, cansado, aburrido, etc.
Cuando alguien hace algo que le gusta, aunque técnicamente se podría decir que hace el mismo esfuerzo físico que alguien que realiza la misma actividad sin ganas, realmente no percibe que está haciendo un esfuerzo y tanto es así que incluso puede no sentir cansancio alguno.
En este contexto, no creo en "la cultura del esfuerzo". En que si realizo labores tediosas me irá mejor. Se confunde el "no esforzarse" con el no hacer nada. Si disfruto lo que hago, no hay esfuerzo.
Los grandes genios no se esforzaban. Su entusiasmo por lo que hacían no requería de esfuerzo alguno, solo ganas de hacer aquello por lo que se sentían apasionados.
La "cultura del esfuerzo" es otra de las engañifas culturales para crear seres humanos obedientes y sumisos que creen que sacrificando sus vidas tendrán en el futuro algo mejor. No deja de ser una adaptación de la mentira bíblica de que en este mundo hay que sufrir para alcanzar el paraíso en el otro (que siempre está en el futuro).
En realidad, el post persigue cuestionar ese movimiento conservador de enseñanza tradicional, ocupada de reproducir los modelos del viejo Régimen, presentes no sólo en la escuela, sino en el trabajo y en la sociedad. Modelos que se basan mucho en que la plebe baje la cabeza, no se plantee nada (creatividad mínima, desarrollo individual mínimo), y acate esa moral restrictiva de sometimiento. Como apuntaba #3.
Todos, todos los medianamente maduros somos conscientes de que todo requiere esfuerzo. Pero, ¿y por qué no iba a ser diseñado de manera que fuera más gratificante?
Ellos se basan en un modelos de las grandes empresas, en crear a futuros trabajadores que se esfuercen, eso sí, que sean dóciles para manejar. Crear en ellos la ilusión de que conseguirán mucho trabajando al límite.
Pero a la palabra "esfuerzo" las connotaciones que dan en las leyes educativas son las que te digo. Te lo digo porque estudio en educación y con leyes educativas he tenido que tratar bastante con ellas.
Todo en la vida supone un esfuerzo, desde nacer hasta morirse es duro y hay que esforzarse, pero no se tiene que estar siempre pensando que se sufre. El esfuerzo cuando estás disfrutando es gratificante en si mismo y por eso no te importa renunciar a otras cosas. Cuando lo que haces no te gusta es cuando el esfuerzo es un castigo.
Si contagiamos a los críos el amor por aprender, el esfuerzo vendrá solo
«Hay que acabar con la noción absolutamente engañosa de que todo el mundo tiene que ganarse la vida. Es un hecho hoy que uno de cada diez mil de nosotros puede hacer una innovación tecnológica capaz de sostener a todo el resto. La juventud de hoy tiene toda la razón en reconocer esta tontería de ganarse la vida. Seguimos inventando trabajos debido a esta falsa idea de que todo el mundo tiene que ser empleado en algún tipo de trabajo penoso, porque, según la teoría Malthusiano-Darwinista, él debe justificar su derecho a existir. Así tenemos inspectores de inspectores y personas haciendo instrumentos para inspectores para inspeccionar a los inspectores. El verdadero negocio de la gente debe ser volver a la escuela y pensar en lo que fuera que estaban pensando antes de que alguien se acercara y les dijera que tenían que ganarse la vida».
Richard Buckminster Fuller
Siempre se me han dado bastante mal las matemáticas y la física, pero el año pasado me decidí a volver a la Universidad y empezar un grado de físicas. Conseguí sacarme primero casi entero, y no porque tenga ningún talento especial -al contrario- ni por esfuerzos sobrehumanos, sino simplemente por sentarme una o dos horas cada día, me apeteciera o no.
La mayor gratificación no me la da el 'esfuerzo' como diría #7, sino más bien lograr algo que parece imposible. Encontrar algo que a primera vista no hay manera humana en que pueda lograr, y aun así acabar haciéndolo, seguir adelante y adelante hasta que lo imposible sucede. Ahí encuentro mi gratificación, al ver que he logrado algo imposible; aunque el sabor de la victoria (cuando sucede claro
Pero claro, todo esto se refiere a retos personales, planteándome mis propios objetivos. Es una dimensión para mí completamente separada, por ejemplo, de lo laboral. Porque como bien ha escrito más de uno en el hilo como #3, ni esfuerzo ni constancia cuentan para mucho en el sistema social/de clase, solo para enriquecer a quien se apropia del producto de tu trabajo.
A mí personalmente se me ocurren pocas materias que no se puedan hacer de forma lúdica y divertida. Me acuerdo hasta de cuando aprendía los elementos de tabla periódica: qué cosa tan desternillante. ¡Me lo pasaba bomba!
Con respecto a la superación personal, estoy completamente de acuerdo en que la constancia es lo mas importante.
Tal vez porque ya tengo una edad y empiezo a estar de vuelta, tengo una visión diferente a la tuya.
En la vida hay de todo : momentos buenos y momentos malos. Situaciones agradables y divertidas y otras desagradables y tensas. Evidentemente el aprendizaje entra mejor en una actividad lúdica, pero lo siento...una persona también debe aprender a pasar por malos momentos (estoicismo, creo que lo llaman). Cada vez que veo un anuncio de esos de "rápidamente y sin esfuerzo" me entra la risa. Lo siento. Los productos milagro se venden porque presuntamente te evitan el mal rato para lograr tu objetivo.
Tambien se debe aprender a que a veces uno se esfuerza para nada. He trabajado de comercial y despuésde currate un cliente y tenerlo a huevo, recibir una llamada diciéndote que al final opta por el producto de la competencia. Horas o semanas de trabajo invertidas para nada.
Otras veces ves que el esfuerzo ha servido de algo y recibes una recompensa...
Pero no siemrpe es así.
Si lo interiorizas, llegas a la edad adulta con una cierta capacidad de lidiar con la mayoría de situaciones que la vida te va a plantear. Estoy harto de ver a peña de más de treinta patalear como niños malcriados en cuanto las cosas no les salen como quieren o cuando les llevan la contraria.
Como odio a esos que prefieren retrasar hasta el máximo ese momento en que el aprendizaje deja de ser un gozo y empieza a costar. Hay que hacerles sufrir a los niños desde el primer momento. Les tiene que doler porque aprender es siempre costoso, faltaría más. Lo de que aprendan bien o mal ya no es tan importante.
Pero todos esos no dijeron: "voy a esforzarme", sino que dijeron "voy a hacer algo interesante".
Lo que determina es el interés, no el esfuerzo.
Es esfuerzo es solo un placebo. Te hace pensar que haces algo aunque a lo mejor no lo estés haciendo.
Cuando seas mayor comprobarás que esto es mentira.
Porque doy por hecho que vas para genio, eh !
Pero, sobre todo no creemos que la letra con sangre entre ni que preparar para el sufrimiento sea la mejor manera de afrontar la vida.
Aunque me parece un artículo que mezcla mucho concepto sin venir a cuento, la verdad...
Puedes enseñar las cosas de dos maneras, la manera coñazo y la otra, que entre otras cosas empieza por explicar para que te va a valer en la vida estudiarla y el motivo de por qué la estudias y a partir de ahí hacerlo completo y si es posible ameno, pero volver a aprender de memoria la lista de los reyes godos sin tener ni puta idea de cosas de esa época, como que comían, como vivían los campesino, cual era el estado de la tecnología, que relación tenían esos reyes con sus subditos, etc es como aprenderse la guía telefónica.
Por ejemplo hay padres que se esfuerzan mucho en mantener ocupados a sus hijos, entretenidos, etc. Algunos lo hacen mejor, planear actividades en familia, otros lo hacen peor, mantenerlos ocupados con juguetes nuevos, la televisión, etc. Sin embargo en ese caso también es importante que los niños pasen por el proceso de aburrirse, y que sean ellos mismos los que busquen su propia entretención.
Antes o después los niños llegarán a un nivel donde sí tendrán que hacer un esfuerzo consciente para estudiar algo que por mucho que alguien se haya molestado en hacer interesante, simplemente no le interesa.
A veces pensamos ingenuamente que por hacer las cosas "bien" todo irá a pedir de boca, pero no es así, el universo no nos quiere, somos una extraña excepción aparecida en algún lugar recóndito.
Luego que me parezca fenomenal a alguien que quiera insistir en algo, es otra cosa. Este comentario lo digo más que nada porque muchas veces los padres quieren que sus hijos hagan lo que ellos nunca hicieron.
Sí
¿A qué llamamos gratificante? He ahí la cuestión. Lo que para un alumno es interesante o motivador para otro no lo es ni de coña, pero lo que es común a todos es la satisfacción de acabar un trabajo una tarea que se le pide habiéndola realizado de manera correcta, y esto es una constante en la vida y quién lo entiende y lo lleva a su día a día se convierte en garantía de éxito, y éxito no entendido como si fueran Einstein, o Dalís, o Amancio Ortega, si no más bien, su éxito particular en su vida diaria... Una persona con constancia es dueña de su futuro porque la motivación de alcanzar sus metas estará por encima del tipo de tarea que se le encomiende.
He dicho.
Vamos a ver, ¿El Quijote? ¿De verdad?
Está claro que es un libro bueno, a ratos divertido, a ratos tostón y a ratos profundo, pero no creo que sea un libro para niños.
Creo que en el colegio y en el instituto los niños deberían leer libros que fueran para niños, aunque su valor literario sea ínfimo en comparación a otros. Porque se trata de generar lo más importante, que es el hacerse a la lectura. El incorporarla en el día a día. ¿Qué han empezado a leer Harry Potter en lugar de El Quijote? Pues bueno, ya leerán el Quijote en otro momento.
Veras como si les dices que hagan un análisis sobre un libro de Harry Potter, lo hacen mucho mejor y se esfuerzan más que si tienen que hacerlo sobre un tostón clásico.
Muchos dicen "Es que esos libros ya se los leen en sus ratos libres, en el colegio les mandan libros que de otra forma no leerían". Eso, en mi opinión, es mentira. Ahora mismo, muy pocos niños leen. En parte es por el ambiente en casa y es que si ni papá ni mamá leen, el niño tampoco. Y si no empiezas a leer de niño de alguna forma, de mayor la inercia suele ser demasiado grande.
Yo creo que no merece la pena el precio a pagar para que se lean El Quijote: No merece la pena hacerles ver que la lectura es algo aburrido y que esa es su única finalidad, el hastío.
Los niños pueden leer, y pueden leer mucho. Otra cosa es que nos esforcemos en matar todas las ganas y la curiosidad que tengan por acercarse a algún libro. Yo todavía, con 23 años, a veces abro algún clásico y lo cierro en la página 20, porque entiendo que su valor literario será enorme, pero no quiero leerlo. Y luego he leído otros clásicos o libros más mundanos en un par de días.
Pues lo mismo con las actividades escolares. Es exactamente igual.
Cuando obligas a un niño a hacer algo que no le gusta o le pones un sobre esfuerzo, generas un rechazo frontal. A mí me pasó de pequeño con la natación. Tengo varias medallas regionales, alguna medalla a nivel nacional en la que fuera mi categoría y un día dije "Hasta aquí he llegado, no me da la gana continuar porque no me gusta y hace mucho tiempo que dejó de hacerlo". Porque estaba harto de tener que fingir estar malo para no ir a entrenar, de fingir que me había golpeado la muñeca para poder estar un rato tranquilo en la piscina. Estaba harto de todo eso y dije "hasta aquí". Y no he vuelto a meterme en una piscina con intención de… » ver todo el comentario
Además hay que tener en cuenta que en esta sociedad que tenemos por cada persona que tiene mucha riqueza, hay un montón de gente muy pobre, que seguramente ha trabajado y se ha sacrificado más que el rico.
La megalomanía es un transtorno psicológico, y la personalidad narcisista también. Sin embargo vivimos rodeados de gilipollas que reunen ambas cosas diciéndonos qué es lo que tenemos y no tenemos que hacer con nuestras vidas (sin ninguna base objetiva, porque el sentido de la vida no es objetivo ni jamás lo será). Los curas son malísimos por hacer exactamente lo mismo, pero ellos no.
Muchos se quieren pasar la vida haciendo grandísimas contribuciones a la humanidad, mientras descuidan vivirla, y luego vienen los arrepentimientos cuando es demasiado tarde. Pero eso poca gente lo reocnocerá abiertamente.
En fin, qué pena.
Y lo consiguen, ya lo creo que lo consiguen: www.meneame.net/story/becario-21-anos-fallece-tras-trabajar-72-horas-s
Pienso que no sólo importa valorar el esfuerzo, sino que hay que buscar un equilibrio entre igualdad, esfuerzo, resultados, creatividad, etc. Reducir toda actividad a una única categoría ("esfuerzo") supone una simplificación de la realidad que, además, tal y como se plantea, parece contener sesgos ideológicos ("debes esforzarte más" = "debes trabajar más" = "debes producir más rendimientos")
Siempre he dicho que el esfuerzo es un subproducto de la motivación (pasión, gratificación...) y tus ejemplos no hacen más que confirmármelo.
Al menos yo he empezado recientemente a leer, ya por iniciativa propia, muchas obras renombradas que me han decepcionado, y no puedo evitar que me causen el dilema del vestido del rey. Será que soy tonto o será que el rey va desnudo.
Y por cierto, algunas biografías son bastante tristes, y hasta diría que más de esfuerzo/pasión/interés/curiosidad tratan sobre obsesión o incluso sobre procrastinar otras cosas "importantes" en favor de algo que consideras que tienes más bajo tu control.
#56 La gente tiene que procurar hacer lo que le gusta, porque es en lo que se esforzará más, obtendrá mejores resultados y será feliz.
Ahí entra el trabajo de los padres dando unos valores adecuados que lleven a unos gustos positivos.
Sé que la segunda parte no va por mi, pero es que a este me refiero: "La gente tiene que procurar hacer lo que le gusta". A mi me parece simplemente otra de las muchas falacias que creemos porque parece tener lógica o porque nos gustaría que ser verdad, otro mantra más a repetir.
En eso estoy de acuerdo con #56, ese pensamiento que planteas es un "talla única para todos" y eso es absolutamente ingenuo y probablemente es un sesgo cognitivo.
También sobre lo último que dices, por cada persona que es feliz, encontrarás una razón para serlo. Intentar agrupar todo eso en un tienes es simplemente ingenuidad pura y dura. Que luego sea bueno que la gente siga sus intereses, no lo discuto, pero por ejemplo, no me cabe la menor duda que muchos medallistas olímpicos sirven a las ambiciones de sus padres, quizás porque algún día dijeron "me gusta esto" y nunca escaparon.