Esta necesidad de «sacarle producto» a cada actividad, incluso al ocio, como ver una película o leer una gran obra literaria, alimenta un ciclo de insatisfacción y aburrimiento. Por lo tanto, este teatro de la erudición no es más que un reflejo de nuestro tiempo, donde incluso el placer de la lectura debe ser cuantificable, compartible y, por supuesto, digno de ser publicado en las redes sociales con la mística de los Illuminati y el desdén de Fitzwilliam Darcy.
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etiquetas: dune , ulises , aburrimiento
Parece que se han pasado de cultura y han vuelto a empezar por el otro lado.
Me lo leí en su momento, y porque era mi época en que nunca abandonaba un libro, pero a ratos Dune se me hizo insufrible.
El Ulises al final sí que me lo terminé y le encontré su puntillo.
#6 Es curioso porque nombras una novela muy comercial y otra muy sencilla junto a dos ladrillos considerables. Igual es ironía y no lo he pillado.