Entre abril y junio de 1994, unos 800.000 ruandeses fueron asesinados en unos 100 días. Miles de mujeres fueron violadas. Dieciséis años después del genocidio, los horrores de esos meses han dejado una marca en toda una nueva generación de ruandeses. Al igual que otros 20.000 adolescentes de Ruanda, Diane nació del caos en 1994. Si los niños de Ruanda serán capaces de escapar de su estigma dependerá, quizás, de hasta qué punto el propio país ha logrado dejar su violento pasado atrás.
|
etiquetas: ruanda , violaciones , hijos , niños 
