A finales de junio de 2013, el sistema binario AY Sextantis, excepcional por tener una estrella de neutrones girando rápidamente, sufrió un cambio dramático nunca antes observado: la radiobaliza del púlsar se desvaneció, al mismo tiempo el sistema se iluminó cinco veces más en rayos gamma. Los astrónomos han sospechado durante mucho tiempo que los pulsares de milisegundos fueron activados a través de la transferencia y la acumulación de la materia de sus estrellas compañeras. En español:
goo.gl/JSEpYI
Si la propia existencia de los púlsares ya es un hecho practicamente increible (tanto es así que supimos de su existencia solo después de habernos encontrado el primero -dando por sentado que ya sabíamos todo lo que nos podíamos encontrar allí arriba-) esto ya es alucinante.
Suele pasar
Cuando trataron de encontrar una explicación a las señales de origen desconocido que se recibían con una periodicidad pasmosa, los astrofísicos se pusieron manos a la obra. Tras muchos cálculos llegaron a la conclusión de que solo un obejto nuevo Y JAMÁS VISTO ANTES podría ser el causante.
Cuando enfocaron los radiotelescopios se encontraron con lo que habían vaticinado, ni más ni menos.
No es lo mismo ver un animal nuevo en la selva de Borneo, por ejemplo, que encontrar en un depósito fósil un hueso y con él "construir" un animal nunca visto antes. Despues, en otro yacimiento se encuentra el animal completo que confirma la teoría expuesta en un principio. Eso fue lo que ocurrió con los púlsares.
Y después, esto. Es asombroso lo poco que conocemos del universo.