Hay una pequeña isla en Japón, arrasada en la segunda guerra mundial debido a que era un depósito de armas químicas, que actualmente se conoce por ser el paraíso de los conejos. Viven proliferando sin control y totalmente mimados.
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Pues bien los conejos, desde el punto de vista genético son muy próximos a ti y a mi, mientras que los damanes (hiracoideos) son los parientes de los elefantes.
¿España?
Sí, escéptico, lector: ESPAÑA. Ya entonces se llamaba España. La hermosa palabra fue usada por los navegantes fenicios, a los que llamó la atención la cantidad de conejos que se veían por todas partes. Por eso, la denominaron i-shepham-im; es decir: «el país de los conejos», de la palabra shapán, «conejo»No el león, no el águila: durante mucho tiempo el humilde, evocador y eufemístico conejo fue el animal simbólico de España, su tótem peludo, escarbador e inquieto. El conejo se acuñaba en las monedas y aparecía en las alusiones más o menos poéticas; la caniculosa Celtiberia, como la llama Cátulo (Carm. 37, 18), es decir, la conejera, España la de los buenos conejos.
#1 Así habla del nombre de España el historiador Juan Eslava Galán, con doble e incluso triple sentido, por ejemplo, cuando se refiere a las famosas bailarinas gaditanas en su obra Historia de España contada para escépticos...
Los conejos están sucios, muy cebados y hasta el nabo de la comida que te venden para ellos.
Ves a un montón de niños forzando a los conejos a que coman porque son muy "kawaii" y los restos de comida están desperdigados por el suelo.
Algunos de los conejos tienen las patas rotas porque les han atropellado, supongo que será el autobús que pasa por ahí.
Usaban esta isla para fabricar gas tóxico y, a pesar por los esfuerzos de ocultarlo y borrarlo de la historia, aún se pueden ver emplazamientos por toda la isla. Hay un museo también donde te explican la historia más cruda de todo esto y lo que les hacían a los habitantes.
De fondo, un montón de familias con los críos persiguiendo a conejos infladísimos para que coman su comida.
Un espectáculo cuanto menos curioso.