El día que Deep Blue a Gary Kasparov, era cuestión de tiempo que un desarrollo superara totalmente la inteligencia humana.
El cerebro tiene limitaciones.
Las limitaciones de algo artificial solo están en la voluntad humana. Y la voluntad es no ponerle límites.
#1 Esta reflexión da para peli. En principio creo que llevas razón pero cuando metemos la gilipollez como variable, tendemos a olvidar que es caótica e impredecible. así que no sé, supongo que en el futuro, cuando todos seamos unos mermaos, algún robotijo habrá que sea más imbécil que nosotros. O no...
#9 El quid de la cuestión es si una IA podría actuar contra sus intereses, como lo hacemos los humanos cuando actuamos por impulso o por despecho, por ejemplo. Eso implica cierta emocionalidad que no creo que pueda llegara tener una IA.
La clave es si podrá un dispositivo artificial emular el funcionamiento del cerebro humano siendo consciente de si mismo. Cuando eso ocurra muchos se llevarán las manos a la cabeza por que será un ser lleno de empatía, amor y curiosidad. El odio y el miedo son sesgos cognitivos que una mente con capacidad y consciencia conseguirá superar.
El cerebro tiene limitaciones.
Las limitaciones de algo artificial solo están en la voluntad humana. Y la voluntad es no ponerle límites.