Ante la cantidad de quejas que recibía por parte de los comensales que tenían que aguantar a los niños de los demás, Mick Viuck, de Monroeville (Pennsylvania) decide prohibir la entrada al local a los niños menores de seis años para evitar que los padres incapaces de meter en cintura a sus hijos incomoden al resto de clientes.
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El tercer problema es, en opinión de Viuck, el quid del asunto: los padres. "Actúan como si fuéramos nosotros los que les estuviéramos molestando a ellos", cuenta Viuck. "Ya sabes, el niño es el centro de su universo. Pero no se dan cuenta de que no es el centro del universo".
¿Qué los niños dan una guerra que riete? Si, pero no es culpa suya, son niños. La culpa es de los padres, que los educan como les sale del pijo (y reconozco que yo de niño era una fiera). Y mis padres hacían una de dos:
1: Ir con los niños a lugares a los que se supone que la gente va con los niños. Bares y terrazas que tienen un parque infantil cerca, columpios, etc. Si vas a un sitio así, se supone que vas a estar rodeado de crios, no vas a molestar a alguien que tiene a sus cachorros dando guerra.
2: No ir con los niños a lugares a los que se supone que no va la gente con los niños. Como anecdota personal, recuerdo una ocasión en la que en unos monólogos en un bar de copas, sólo se oia a un fierecilla gritar y correr por todo el pub.
Estas dos reglas modifican tus habitos, si, pero macho, es sólo una pizca de las cosas que cambiarán en tu vida cuando tengas chavalería.
Lloros y gritos interrumpiendo la obra (y según mi madre desconcentra bastante). No falla y parece no importarles (y obviamente no son obras infantiles).
Yo creo que no es solo cosa de educar a los niños, también hay que educar a muchos padres
En el Vips, ves a muchos padres así, que cuidan de sus vástagos, les dan de comer y cuidan que estén quietecitos, y ves a muchos papis que parece que se la sopla todo, y que si su hijo se descalza y se pone a correr descalzo y le tira los zapatos a su hermano, no es motivo para regañarle, y cuando el camarero les susurró a los papis (supongo que les pidió que contralaran al pequeño monstruo), todavía se ofendieron y le contestaron poco menos que a gritos.
Queridos padres del mundo: sé que para vosotros, vuestro hijo es la flor más bonita que ha ornado jamás la tierra... pero para mí, el tener a un monicaco chillando y corriendo por entre las mesas en el restaurante, pegando patadas a mi butaca en un cine, llorando porque quiere ir a jugar a la consola o porque quiere ver la tele en un museo, ES UN INCORDIO. Nadie dice que los recluyáis en un lugar apartado hasta que tengan 18 años, pero sí que les enseñéis urbanidad y educación, de modo que no sean una molestia para los demás, ni un peligro para sí mismos (y no, en el colegio, NO lo van a hacer, no tienen porqué hacerlo, allí los instruyen, eres TÚ quien debe educarlos). Mientras no lo hagáis, no os extrañe que haya quien os ponga la cara en vergüenza u os impida el acceso a uno u otro sitio.
www.meneame.net/story/abstenganse-ninos-asilvestrados
No me parece mal, el dueño decide eso y el cliente decide si entra o no; hay ambientes para todos los gustos.
Los adultos tenemos que inhibirnos, cosa que hemos aprendido siendo pequeños. No es crear Atilas, es evitar tiranos.
Porque no se puede tener todo en esta vida: no se pueden tener hijos y llevar vida de soltero. No se puede tener hijos y salir hasta las tantas de noche.
#14 La palabra disciplina y modales no están de moda, hombre...
Qué bonito es estar estudiando o tomando notas para un artículo y escuchar a las fierecillas chillar y correr por los pasillos.
Y no les digas nada a los padres..que enseguida te salen con el comodín del racismo (extranjeros)o del machismo (mujeres):
-¡Es que usted es un racista!
-¡Es usted un machista!
traducción: Se que mi hijo molesta y debería reprenderlo, pero como no me apetece admitirlo y tu no eres nadie para decirme cómo educarlos te acuso de algo políticamente incorrecto para hacerme la víctima y te sientas incómodo.
Si tienes a tu hijo educado, lo puedes sacar de casa sin que nadie se de cuenta (paradójicamente, lo que pasaba antes); si se tiene una fiera, uno se fastidia y lo soporta en su casa. O eso o, por educación, paga la cena de todo el restaurante, que no tiene la culpa de que no se haya socializado correctamente a la fierecilla y les fastidie el ocio.
#37 si, es muy habitual ver a mayores de 50 años corriendo entre las mesas, metiendo las manos en tu comida, gritando cual cerdo en matanza, llorando porque están pesados, echando mocos a raudales. Lo típico, entras en un restaurante y ves a un señor de unos 55 años y piensas, zasca, ya verás como el fulano se va a poner a dar por saco a todo el restaurante
Si uno va a ser demagógico, al menos intenta ser sibilino. Por cierto, hay establecimientos (discotecas, pubs, etc.) que no dejan entrar a menores de 18 años, ¿también te parece discriminación por edad?.
Yo he trabajado en hosteleria y he visto crios que se sientan a la mesa y estan tranquilitos y si los padres les llevan un cuento o un libro de pintar ahi estan que ni se les oye y otros que es llegar ponerse servilleta, quitarla, ir al baño, ir a fuera " un poquito" y a los padres que ya no saben ni que hacer y salirse uno con ellos a esperar a que sirvan.
A mi me parece muy bien esta medida ( y tengo hijos menores de 6 años) si quiero salir a cenar con mi pareja tranquilamente lo que menos me apetece es estar escuchando al bebe de los de la mesa berrear durante toda la cena mientras la madre hace ea ea por que le duelen los dientes y me esta dando la cena o estar aguantando a los hijos de nadie corriendo entre las mesas empujon puntual a mi propia silla cada vez que pasan corriendo jugando al pilla pilla.
Si me voy a gastar mi dinero en un local en el que no me siento bien, no puedo estar tranquilo y no puedo tener una conversación normal con la persona que me acompaña; una de dos, o me largo y no vuelvo o se lo digo al propietario.
El propietario verá en las parejas sin niños un target mejor que el que ofrecen las parejas con niños y adecuará su servicio a quien le dé más beneficios.
Para padres enfadados, siempre quedará Decathlon. Ahí es donde se puede ver aflorar a Satanás
Lo de cabrearse es de víctimas profesionales.
Y si, te pueden prohibir la entrada con un crío en muchos sitios (no solo restaurantes).
Aparte de esto, creo que un restaurante no es una guardería.
Si voy al McDonalds y hay críos chillones, es normal: me aguanto.
Si voy a un Restaurante, pagando un buen dinero para pasar un rato agradable degustando la comida y bebida en buena compañía, estoy en mi derecho de exigir silencio.
La diferencia, la delgada línea entre la tolerancia de unos y la mala educación de otros es tan sutil como la educación.
Por eso, en vista de que algunos confunden conceptos como "su" libertad, "sus" derechos, sin tener en cuenta a quién están fastidiando, alguien tiene que poner normas claras.
La verdad es que mas que prohibir a los crios entrar a los restaurantes, no deberian dejar pasar a los padres que no saben imponerse. El llanto de un crio o montarla entran dentro de su amplia bateria de chantajes emocionales, si los padres no saben sobreponerse y administrales disciplina van dados.
Yo fui un crio bastante guerrillero ( varias llamadas a policia y bomberos lo atestiguan ), pero tenia muy claro cuando era mejor comportarse. Recuerdo una vez que cuando yo tenia 6 o 7 años nos invitaron a todo el familión a una comida en un restaurante de la playa, y a mi y a mi primo nos dio por dar por culo tocando la sinfonia de los vasos y platos con el tenedor... a los cinco minutos nuestra abuela nos cogio de la mano, nos llevo afuera, y con un juego de muñeca que ni la de Federer nos dejo el culo como un tomate a los dos, se espero a que se nos pasara la llantina y para adentro... el resto de la comida la dedicamos a la meditación silenciosa bajo la atenta mirada de mi abuela.
En aquel momento ni puta gracia me hizo, pero si no hubiera sido por mi abuela que a su vez enseño a mi madre a domeñar a sus vastagos, me habrian ido las cosas peor.
Con los niños no se puede razonar, por la sencilla razón de que no tienen un desarrollo cognitivo que les permita razonar en el plano de un adulto... para un niño decirle que deje de hacer ruido y porque debe hacerlo es confirmarle en que esta logrando su objetivo primario de llamar la atención, por lo que lo estas reforzando en su conducta, y se la sudan las razones que se le den... pero si tiras por la via del conductismo y a su conducta asocias un buen par de azotes, el mensaje que les trae el dolor fisico lo pillan al vuelo.
Cosas así hay montones para contar por mi trabajo, pero encima estuve en compromiso, por mi colega. Contando esto lo mismo hago un blog para contar las penurias, jajaja.
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Además la prohibición es a todos los menores de seis años, TODOS, se comporten o no.
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¿Se podría prohibir a los mayores de 50?, pues ya empiezan a estar viejecitos y dan mala imagen a los cuerpecitos danone a que todos queremos parecernos...
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Verdad que todo el mundo seria libre de ir o no ir, faltaria más. Mi opinión es que es un principio de DISCRIMINACIÓN por edad.
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Puedo entender las molestias, lo entiendo, pero los niños menores de seis años también son seres humanos.
Opino que la prohibición no tendria que estar sujeta a la edad, sino al comportamiento.
Se trata de respeto a los demás, si no eres capaz de enseñárselo a tus hijos te jodes y cenas en tu casa (al niño, que se va a aburrir, no le va a hacer ningún daño)
Un restaurante no se puede permitir ni que la gente deje de ir porque el ambiente es molesto, ni montar una bronca con los padres de cada niño que no sepa comportarse. Si tienes una solución viable y en la que no tengan que pagar justos por pecadores no te cortes.
Supongo que los que pedis y aprobais por aquí que no se lleven niños no pongais luego en la mesa que los niños no tienen la mejor educación y trato por parte de las leyes y padres.
Por cierto, sí, es verdad, casi todos los niños tocan a veces los huevos... estén educados o no. La pena es que no os prohibisen a vosotros la entrada a todos los sitios donde los adultos van a disfrutar para que pudieseis opinar de primera mano la medida.
Mientras tanto, me temo que algunos comentarios de por aquí son tan egoistas como el ataque de cólera de un niño de 4 años.
Y por cierto no es ninguna excusa que tu hijo sea hiperactivo, da la casualidad de que yo lo fuí y jamás molesté en un restaurante. Ni por otro lado es nigún tipo de super poder si a alguien se le cae una bandeja de comida en la cabeza de tu hijo puede pasar de todo y si es un plato recien salido del horno ya no me lo quiero ni imaginar y la culpa no sería del restaurante ni del camarero ni del niño sino tuya. Si necesitas ayuda pidela, los pedriatras o los pedagogos están para eso. Por que supongo que después de los comentarios que has hecho no eres realmente lo que indica tu nombre.
Los niños se tiran al suelo, ruedan y se abalanzan sobre los camareros con bandejas cargaditas, corren entre las mesas de los demás clientes y se meten en la cocina a jugar o a pedir cosas.
Mi padre tiene otro pequeño restaurante con ajedrez gigante para que jueguen los clientes, y los pequeños se entretienen en jugar con las fichas como si fuera al beísbol, y los padres se quedan mirando. Reñí una vez a un padre y me dijo que si no quería que se rompiera, que quitásemos el ajedrez.
En fin, una odisea, y si le pides a los padres que controlen a los niños, hasta te miran mal o piden la cuenta y dicen que no van a volver, angelitos.
Ahora, resulta que ser padres es seguir haciendo la vida que llevabas antes de serlo, pero acompañado de un crío. Y se los llevan a los bares, a los restaurantes, de compras... Divertimentos de adultos que aburren a los niños.
Los niños más asilvestrados que conozco, incluyendo una cría de 5 años que hace lo que le sale de los huevos y llega a darles patadas a sus padres cuando no le dan lo que quieren (no quiero pensar lo que pasará cuando tenga 15) no tienen ningún problema de respeto ni afecto.
Lo que tienen son padres gilipollas que no le niega nada al niño porque "se trauma" (verídico, manda huevos), les dan lo que quieren porque si no lloran, ni hablemos de darle un cachete aunque el niño este jugando con un enchufe, y las pocas veces que se ponen serios se desautorizan entre ellos.
Los niños necesitan el respeto y afecto que dices, pero también educación y disciplina. Y si unos padres no saben darle esto a sus hijos el resto de gente de un restaurante no tiene por qué pagarlo, ya lo pagaremos todos cuando crezcan.
El resto de adultos NO tenemos que soportar a los hijos de nadie. Menos si esos niños son unos petardos. Menos en lugares que NO son propios para niños. Y no, un bar a las 11 de la noche NO es un lugar para un crío. Según que restaurantes NO están pensados para niños. Una obra de teatro, un concierto de sinfónica, según que sesiones del cine TAMPOCO son lugares para críos y un largo etc. Si el niño en cuestión es un santo (es decir, sus padres se han esforzado en darle una educación y no en dejarlo a monte) no hay problema. Pero parece que hoy en día con la excusa de "es que trabajo mucho" (la generación de nuestros abuelos y padres también trabajaban mucho y no se excusaban en ello para NO hacer su trabajo como padres; esto es, educar a sus vástagos) uno puede dejar a su hijo salvaje y que lo aguante el mundo. Pues no. Los demás, repito, no tenemos la culpa de que los padres no hagan bien su trabajo. Así de sencillo.
#71 es decir, que prohibir la entrada en una discoteca a menores de 18 es discriminación por edad. O prohibirles beber alcohol, vamos
Si llega a ocurrir eso por supuesto la culpa hubiera sido del restaurante y probablemente lo hubieran demandado y al camarero de regalo.
Me parece una medida perfecta. Todavía recuerdo el único viaje en avión en el que me cambiaron de borreguero a borreguero superior, ojo no business o primera. Y en el vuelo de 9 horas una niña a 2 asientos a mi izquierda se paso 7 llorando. La tripulación no sabía que hacer, los padres tampoco y todos jodidos. Además estábamos al ladito de primera....vamos, que un viaje cojonudo. Ni los auriculares con reducción de ruido servían, por que quitan mas los graves que los agudos chillidos (también son los más baratos que había
Y evidentemente la niña no tenía culpa, en quien me cagué durante el viaje y las siguientes semanas fue en sus padres, por no saber educar a la niña. Y no, no era la presión que afectó a sus angelicales oídos, por que se callaba cuando el padre montaba la fiesta y jugaba con ella por todas partes, molestando también....hasta que llegó un momento en que ya no se calló. Pero claro, no vas a poner aviones que prohíban niños, aunque tal vez los podrían poner a todos en la misma zona del avión, por que los llantos de los niños a veces son contagiosos.
En mi ciudad hay un lugar donde me gusta ir a merendar siempre que tengo ocasión. Es un pelín caro, sí, pero un oasis de tranquilidad... Hasta que llegan las madres con sus hijos, que vienen a merendar a la salida del colegio. Como solemos coincidir (y no puedo hacer gran cosa por evitarlo) me lo tomo con deportividad, y espero todo lo pacientemente que soy capaz a que pase la marabunta, aunque admito sin cortarme un pelo que sería la mar de feliz si los dueños del establecimiento adoptaran la misma medida que el dueño del restaurante de la noticia.
Se me olvidaba decir que, a veces, venía también una señora con un perrito pequeño, silencioso, que se metía debajo de la mesa donde merendaba su dueña y poca guerra daba, atado como estaba y viejecito como era.
Pues bien, una tarde una de esas señoras que venía a merendar con niños de esos que te hacen lamentar profundamente que a Herodes se le escapara un tierno infante llamó la atención al dueño del establecimiento porque, palabras textuales: "No he querido decirte nada hasta hoy pero hombre, en un sitio donde hay comida eso de dejar entrar animales da, o sea, un poco de mal rollo."
No quise decir nada aunque me conocen porque, como bien dice #39, su local, sus normas, sus razones para interactuar de un modo u otro con los clientes. Pero a buen seguro que esa señora se ofendería muchísimo si en el local en cuestión prohibieran entrar niños como los que ella trae, maleducados y ruidosos.
Y también existen padres que permiten que sus hijos se asilvestren y también merecían un buen tortazo
Pero también es verdad que hay gente que no aguanta a un niño a 50 metros a la redonda, eso también hay que decirlo... que nos hemos vuelto muy finolis. Cómo #53, que ya no se acuerda que él también fue niño.
Hay que enseñarles desde pequeños. Cuando tengan 15 años ya será tarde.
Ejemplo: musica a toda pastilla en el 3ºA, pues se contesta con musica a toda pastilla desde el 2ºA, 4ºA, 3ºB y 3ºD... en vez de lo logico que es subir a casa de Pepe el de la pescaderia a ver que pasa con esa musica. Antes Pepe le diria a su hijo adolescente que o baja la musica que esta molestando a los vecinos o tira el radiocassete por la ventana y se disculparia con los vecinos.
Hoy si alguien se le ocurre plantarse en casa del vecino a pedir que bajen la musica, la respuesta sera normalmente agresiva y que su hijo pone la musica como le sale de los cojones, a lo que se contesta que le vas a denunciar por ruido, lo que sigue con un no tienes cojones, se continua rayando el coche en el garaje a lo que se responde metiendo silicona en la cerradura... y asi hasta que se requiere la intervención de los GEOS.
Recuerdo a mi abuela una vez que estaba de visita en mi casa de Madrid que tenia a 20 ecuatorianos en el piso de arriba montando cantidad de ruido un sabado y no la dejaban dormir, se puso la bata y con sus 78 años se subio al piso de arriba y les leyo la cartilla durante hora y media a los ecuatorianos que dejaron de hacer ruido en lo siguiente... luego me los encontraba en el ascensor y me daban recuerdos para la "señora maria" ( cariñosos, en serio )... no se como lo hizo, pero desde luego nuestros abuelos estan hechos de otra madera.
Con semejantes padres no es de extrañar semejantes hijos.
Una persona puede ser un maleducado y un cabrón desde niño, pero una mala educación puede convertir en maleducado y cabrón casi a cualquier niño.
Lo que le pasa al restaurante este es que los niños, buenos o malos, son más fáciles de detectar que los malos padres, así que han puesto la solución que han podido.
Conozco el caso una vez que estaba en un bar, ahora que ya no se puede fumar en los bares, todos los padres estan dentro de los bares con los niños dando vueltas, como si fuera una guardería.
Pues habia un crio con una pelota dando patadas a la misma, y una vez casi rompe la vajilla que habia en la barra del bar. Total que el barman lo reprendió y al rato vino el padre del niño a ostiarlo.
Asi nos va.
Lo de denunciar olvídate, se puede restingir la entrada a niños fácilmente.
Te falta un tipo de gilipollas, el que además de no saber educar a sus hijos les ríe las gracias. Se pensará que les está haciendo algún favor.
Que chorrada estas diciendo? Tu estas proponiendo que directamente todo se adapte al gusto de los niños, cuando lo más lógico es que se consiga educar al crio de forma que, aún siendo niño, sepa que hay sitios donde no puede hacer lo que quiera.
Pero tu apuestas más por malcriarlos.
Mi hija tiene dos años y medio, y monta un numerito cada dos por tres, como es normal en su edad, pero yo no dejo que otras personas se traguen su incordio y su ñoñez, que para eso soy el responsable. De igual modo, espero que otros padres le peguen un toque a sus hijos cuando intentan jugar a la cama elástica en mi ensalada. ¡A ver si empezamos a aceptar nuestras responsabilidades y nos dejamos de gilipolleces!
Es lo que tienen los niños, que un caldero o una paella de marisco se la traen al pairo, prefieren un filete con patatas fritas y terminar de comer cuanto antes para irse a jugar, igual que prefieren ir al parque a retozar en la hierba antes que sentarse en una cafetería toda la tarde a escuchar historias de adultos que ni entienden ni les interesan. Por eso se portan mal en los restaurantes, porque se aburren y se buscan la vida para divertirse con lo que tienen a mano.
Tras las primera experiencias me quedó claro que las palabras no funcionan y el cachete en publico, a pesar de que hay quienes lo puedan incluso ovacionar en ese justo momento de exaltación infantil, es una ruleta rusa. Se corre el riesgo de que lo presencie el típico gilipollas amigo de lo politicamente correcto enarbolando la ley del menor, la opresión paterna, me llame fascista, me reprenda, etc, etc... o peor todavía denuncie el correctivo como si de un asesinato en masa se tratara. Al final, el gili de turno te va a abordar en un momento en que no estas para gaitas..
Por otro lado soy incapaz de hacerme el sueco y de estar comiendo mientras mi crío molesta a otras personas. Para mi es pasarlo mal y encima pagar por ello.
Solución: no ir. Me ahorro el dinero y el disgusto.
Pd. se aceptan consejos de expertos domadores con curriculum exitoso.
La sensación es que el 100% de los críos se portan mal, pero en realidad ni te enteras de cuando se han portado bien.
Es algo donde es fácil hacer una generalización errónea, pero, qué cojones, hay niños que te pueden amargar la comida, dan ganas de que paguen justos por pecadores
De acuerdo en parte con lo que escribes, pero no te olvides que, y ésto incluye también a los niños, que "mis derechos terminan donde empiezan los tuyos", no comparto la idea de prohibición, aunque supongo que si ha tomado esa medida sería porque ha tenido que elegir, entre unos y otros y espero no haya sido un capricho (nadie pone un negocio para perder dinero)
y como dice Peludus #171, solucion salomónica. Ajo, agua y resina.
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Yo, puestos a prohibir prohibiría la entrada a los padres que son incapaces de hacer que sus retoños se comporten de un modo mínimamente civilizado.
Cuando yo era un crío jamás me comporté en un restaurante de manera que pudiera molestar especialmente a los demás; y lo mismo puedo decir de la mayoría de mis hermanos y primos. Evidentemente, en aquella época los restaurantes tampoco tenían mayor problema con los chavales porque, por lo general, se comportaban, y si no, sus padres se encargaban de que lo hicieran.
Ahora, en cambio, no sólo no paran de molestar, sino que sus padres los amparan, les ríen las gracias, y encima se encaran contigo si dices algo. ¿Qué acaba pasando entonces? Que surgen normas como esta que, vistas en general, no nos gustan a nadie, pero que yo al menos comprendo y defiendo, porque la situación obliga a ello. El día que la crianza de los hijos vuelva a su cauce y los padres sepan ser padres, pues ya se podrá quitar.
Los que me resultan insufribles son los "niños grandes", entre los 14 y los 25 años, que si son responsables de sus actos, y generalmente en este país son maleducados hasta la nausea.
¿Para cuando un restaurante/bar/cine que prohiba la entrada de esos energúmenos? Nos harían felices a tantos treintañeros...
Siempre he pensado que teniendo en cuenta que cada vez hay más superpoblación, no sería raro ver en un futuro como para tener un hijo, antes debes tener la autorización de una autoridad competente, una especie de "examen" o "prueba psicológica" similar a cuando te sacas la licencia de armas para que puedas procrear, porque ahora mismo en este país, las generaciones que vienen por detrás cada vez dan más pena... más vagos, vividores, borrachos, drogadictos, sin estudios, y todo, naturalmente, es culpa de los padres...
El usuario #26 lo ha resumido bastante bien
para evitar el incordio de los niños a las horas de las comidas (y hay algunos que son intratables) procuro hacerlo en septiembre, cuando ya estan incorporandose a clases
de todos modos, durante los dos ultimos años, he observado que muchisimos padres han encontrado la solucion perfecta para tener tranquilos a sus crios: a cada chaval le ponen un dvd portatil para que se entretegan
la verdad, no sé qué me da más miedo, si la enfermedad o el remedio
Me parece vergonzosa la medida, que echen a todos los que molesten, independientemente de la edad. O un grupo de personas después de un partido de futbol, que su equipo acaba de ganar, hace menos ruido que un niño de 5 años¿??¿
Hoy día la gente se queja por todo y no tiene paciencia por nada; somos un hatajo de niños malcriados.
Ya puestos que mas da
Los hijos se educan desde que nacen, luego es tarde. Y parte de esa educación consiste en respetar sus necesidades: mientras son pequeños, se va a comer, no a cenar fuera de casa, en lo posible a un lugar con espacios acondicionados para niños. O de lo contrario, se come en casa y luego toda la familia va a tomar un helado a la plaza, y tan felices.
Cuando tus hijos son pequeños, si no hay una abuela con espíritu de sacrificio o no tienes pasta para pagar canguro, te olvidas por unos añitos de cenar fuera, de ir a la discoteca, a conciertos, a la ópera, al teatro y al cine de noche. Paciencia. Haberlo pensado antes, ser padres no es obligatorio.
Estoy deacuerdo contigo en la mayor parte, ahora tu entiende que a veces es complicado encontrar un sitio que reuna los requisitos que necesitan el niño, los adultos de alrededor, la economía familiar, lo que te come el niño más lo que debe comer, lo que esté abierto en ese momento... y dentro de eso lo que más le apetesca a uno
No es fácil a veces no.
Por otra parte si organizo unas vacaciones despues de 2 años sin haber tenido por que antes era muy pequeño para viajar, es normal que calcule mal mis posibilidades. Date cuenta que intentamos amortizar una inversión que suele ser cara debido a las necesidades de la familia y que poco se podrá repetir.
Vamos que al final, si el viaje sale bien y sólo molestó en un restaurante comienzo con el lanzamiento de voladores
Como tú dices: «Y si te propones comprender algo, lo haces.» Si te propones escribir con acentos, seguro que los pones a la perfección.
Lo que tú propones se llama conductismo, y es como se educa a los perros. Algunos creemos y conocemos otra educación, en la que el niño no se porta "bien" por miedo al castigo, sino que trata de hacer felices a los demás en la misma medida en que a él le hacen feliz. Es decir, actua con reciprocidad hacia el trato que recibe de igual a igual, que es lo que hacemos los adultos en las relaciones en las que somos libres y no tenemos a una autoridad que nos imponga lo que es "bueno" o "malo".
Por supuesto, que cada persona es un mundo, y no existe una receta universal para todos. Yo reconozco que hay niños con los que esto puede no servir, o que no se puede actuar de un modo y pasar al otro de la noche a la mañana. Algunos no poseemos la verdad absoluta como tú, "sin más".
Ya para terminar, muchas gracias por todo los negativos que me han caido, veo que cuando aqui alguien defiende a quien no defiende nadie, lo cosemos a negativos. Se que mi manera de pensar choca de frente con la de la mayoría de padres, pediatras y psicologos, no es que crea que lo haga mejor que nadie, es que no puede pegar a mi hijo y se me revuelve el estomago cuando un padre lo hace con su hijo, pero bueno, cada vez hay mas gente que piensa como yo.
El problema de los restaurantes es que los padres no son consciente de que sus hijos son niños, que un niño corra entre las mesas, grite y moleste, dentro de unos limites, es normal, todos lo hemos hechos, hasta yo que era paradito, por lo tanto, son los padres los que deben cuidar donde llevan a sus hijos y donde no. Yo recuerdo mis comidas familiares, mogollon de primos, solo ibamos a ventas donde hubiera columpios y juegos infantiles para que estuvieramos mientras los mayores se tomaban el café. Eso si, saliamos bien poco.
Premio al sofismo de la semana. A pesar del sofismo, te responderé,, para que no digas que soy un descerebrado reaccionario que no sabe usar la dialéctica y por eso prefiere las ostias.
Los individuos con alzheimer, así como otras personas con transtornos neurológicos, padecen procesos degenerativos o patológicos que no mejoran por métodos de aprendizaje en el mismo sentido en que los niños aprenden, es decir, se desarrollan. Y por ello, los azotes no son ningún estímulo. El abuelo que tiene alzheimer no va a recordar quién eres porque le pegues en el culo. Pero el niño no padece ninguna patología. El niño se encuentra en un proceso de aprendizaje condicionado. Aprende (bueno, aprendía antaño) que si no hace lo correcto, eso tiene consecuencias negativas para él. A veces basta con explicárselo (y eso es lo ideal, así todo el mundo queda contento): le explicas por ejemplo que si anda por cierto sitio se puede caer y hacerse daño, él lo entiende y lo evita. Perfecto. Otras veces no lo entiende tan bien, y tienes que darle una contraprestación positiva («si sacas X sobresalientes, te regalo esto») o negativas («si no haces los deberes no podrás jugar con el regalo nuevo»). Y hay veces, desgraciadamente, en que la urgencia o la gravedad de lo que se quiere evitar hace que no haya más remedio que darle un par de cachetes. El propósito es el mismo: evitar comportamientos que van en contra del propio niño.
Yo ya sé que últimamente ha estado de moda (cada vez menos, creo) vivir en los mundos de Yupi, y que es posible estar todo el día de fiesta en la clase y al mismo tiempo aprender, o que a las chicas de catorce no hay que preguntarles a dónde van y con quién porque tienen la misma madurez que las mujeres de treinta y por tanto no se van a dejar contagiar un herpres genital al no atreverse a decirle que no al sexo sin condón con su noviete… y otros muchos sofismas a que son aficionados quienes tienen problemas para reconocer que el mundo no es perfecto, que la imperfección de la vida hace que el sentido de responsabilidad implica hacer cosas desagradables pero necesarias, y que usan de la estrategia del avestruz. El que no quiere hacer algo desagradable pero necesario, normalmente es un hipócrita que dice que hace lo que hace por los demás, pero que normalmente lo hace por sí mismo: para «quedar de guay y enrollado». Es más… » ver todo el comentario
Estoy deacuerdo con que un niño no debe correr por el restaurante, el mio no lo hace por que lo paro aunque tenga que ir yo detras, pero te aseguro que molestar ha molestado con ruidos o metiendose debajo de la mesa, o yo diciendole que no se levante, etc.
Peligro ninguno para él, no lo permitiría, pero si que ha molestado... como todos los niños alguna vez pero desgraciadamente más.
O igual les jode aceptar que son un fracaso como padre también.
"Mi niño es buenesito, ¿veldá que usté se va a poltal bien?"
Y la madre, en raras ocasiones el padre, aunque también, se ponen a "negociar" con un cafre de cuatro años, que ha pedido no se qué y que eso no le gusta y que lo que él quiere es... y yo en la mesa de al lado recibiendo empujones porque no quiere estar sentado, porque les dice a los padres "sois idiotas" o lindezas semejantes y los padres miran con gesto compungido, diciendote con la mirada "qué se va a hacer, es un niño, es tan pequeño"
¿A que os suena eso?
¿A quien hay que fostiar?
Que os compréis un pantano, cojones. Con tanta papanatada. Los niños son niños, si bien es cierto que tienen que estar educados, lo que no se puede hacer es prohibirle la entrada a restaurantes, porque eso es discriminación, además de hijoputismo.
Yo no quiero vetar la entrada a todo el que me molesta, y no me vengas con que hay sitios en los que no pueden entrar niños porque es evidente. A un club de putas no lo voy a llevar, pero a los restaurantes se va a comer, y no se puede exluir a una parte de la población porque le salga de las pelotas a cuatro señoritos que necesitan tranquilidad. A estar tranquilo a la casa, o al bosque.