Bizcocho de chocolate y frutos rojos

Todo lo que no me apetece el cacao en verano me apetece en invierno. Es como si el frío me hiciera desear cuencos de leche y chocolate entre velas. Claramente influenciada por el cine, porque en mi casa no había más velas que las necesarias para cuando se va la luz, y raramente bebía leche en un cuenco como si fuera un gato.