En los 80, la Institución Oceanográfica Woods Hole investigó el golfo de Cádiz: las aguas estaban mucho más enriquecidas en metales, principalmente zinc, cadmio, arsénico y cobre, que otras aguas costeras del mundo. Investigadores de la Universidad de Montpellier comprobaron posteriormente que los metales provenían de los ríos Tinto y Odiel, hallazgo confirmado por los autores que detectaron la anomalía en el océano. Así, dos pequeños ríos de la provincia de Huelva transportan el 14 % del cobre y el 47 % de zinc disuelto que llega a los océanos