El penúltmo fin de semana de junio, la agencia espacial norteamericana (NASA) informó de la detección, por parte el rover Curiosity (el laboratorio móvil situado en la superficie de Marte), de la "mayor cantidad de metano que se haya medido durante la misión". El metano puede ser de origen orgánico o geológico. La primera hipótesis despertó el sueño de haber detectado indicios de vida en el planeta rojo. Sin embargo, el equipo del orbitador TGO de la misión ExoMars (de las agencias espaciales europea y rusa, ESA y Roscosmos) lo desmienten.