Los lirones caretos y los peces dorados han conseguido dos de las adaptaciones evolutivas más fascinantes de la naturaleza. Uno de los roedores más elegantes de nuestros bosques ibéricos es el lirón careto (Eliomys quercinus), que se encuentra a medio camino entre la ardilla y el ratón de campo. Etimológicamente, su nombre deriva del griego 'eleos' que significa vagabundear y 'mys', ratón; mientras que 'quercinus' es de origen latino y hace alusión al roble.