Los antidepresivos se sustentan en la falacia de la falsa depresión endógena. Que consiste básicamente en suponer que la depresión cae del cielo, y que de un día a otro, sin saber por qué, los cerebros de algunas personas producen menos serotonina, y que entonces se ponen tristes.
En psiquiatría, la postura oficial desde hace décadas sostiene la hipótesis monoaminérgica, según la cual todos los problemas psicológicos (ansiedad, depresión, etc) están provocados por un déficit de ciertos neurotransmisores en el cerebro (serotonina, noradrenalina