Parece que efectivamente la expresión de que los bosques atraen la lluvia es correcta, sin embargo, nos encontramos con una idea desarrollada recientemente con la que ciertos científicos parecen no mostrar su conformidad.
Un estudio liderado por el CSIC y la UB propone una estrategia para reimpulsar el desarrollo de esta tecnología como herramienta para la lucha contra el cambio climático
Nuestras urbes corren el riesgo de sufrir los efectos más intensos del cambio climático. Adaptarlas para el futuro es clave para afrontar tanto las consecuencias climáticas locales como para frenar la crisis ambiental a nivel global.
En el nuevo informe del IPCC se presentan nuevas evidencias que responsabilizan del cambio climático a diversas actividades humanas. Y si hace tiempo que se sabe cómo paliar el calentamiento global, la pregunta es, ¿por qué los escenarios optimistas son cada vez menos optimistas?
El IPCC asegura que el futuro será más cálido, pero el aumento de la temperatura dependerá de la cantidad de Gases de Efecto Invernadero que emitamos en los próximos años.
La preocupación por el calentamiento global y el cambio climático es una constante entre las investigaciones científicas. Cada semana, nuevas voces se alzan relatando nuevas conclusiones que alertan sobre las consecuencias que ya se están experimentando. Ahora, la voz se levanta desde un nuevo estudio realizado en Israel que encontró que el cambio climático ya está causando una “intensificación considerable” de las tormentas de invierno en el hemisferio sur a un nivel que los científicos no preveían que ocurriera hasta fin del siglo