El investigador Debajit Saha, de la Universidad Estatal de Michigan, ha publicado un experimento en el cual conectó el cerebro de una langosta de tierra a electrodos para medir sus respuestas, posteriormente el insecto fue expuesto a una serie de alientos de pacientes con cancer y otros sanos, detectando cambios en las lecturas e identificando los tenues gases producidos por las celulas cancerosas. A pesar de que el experimento aun no ha sido sometido a revisión por pares los resultados parecen prometedores como via inicial para biosensores.