Para que los combustibles fósiles dejen una huella en nuestro planeta, ecosistemas y la salud de las personas, no es necesario que estos lleguen a la cámara de combustión de un automóvil. Los procesos de extracción y transporte del petróleo y otros combustibles contaminantes, llevan consigo peligros de gran envergadura, como los que se han producido este verano.