Estas compañías comercian con promesas, no con productos, a pesar de que ya tienen un historial de promesas incumplidas. En 2016, Tokamak Energy prometió fusión energética en cinco años. General Fusion: un prototipo de planta en diez años y lo prometiero en 2009. Helion Energy prometió construir un reactor viable en tres años en 2015. El éxito de las startups de fusión no es extraer energía del agua del mar, sino extraer dinero de los especuladores.