Investigadores de la Universidad de Valencia y el Instituto de Tecnología Química han confirmado por primera vez la posibilidad de modular las propiedades magnéticas de un material inorgánico mediante moléculas orgánicas fotoactivadas.
Los investigadores del MIT han fabricado paneles solares más delgados que el cabello humano que proporcionan 18 veces más energía por kilogramo que los paneles solares de vidrio y silicio actuales. Estas células solares son, de hecho, una centésima parte del peso de la fotovoltaica convencional.