Dejar de regalar carbón por ser «perjudicial para el medioambiente» y sustituirlo en su lugar por regalos reciclados, alimentos vegetales, paseos por la naturaleza, novelas inspiradoras o incluso un insecto palo. Esta es la fórmula –en forma de artículo de opinión– que proponen una médica y sus dos hijas estudiantes en la revista científica The BMJ para desterrar una tradición centenaria en las culturas occidentales bajo el pretexto de la crisis climática y, de paso, el de la salud mental de los ‘niños malos’ que lo reciben como castigo.