Dentro de esta familia de insectos terrestres, uno de los más resistentes, el escarabajo diabólico acorazado (Phloeodes diabolicus), ha sido analizado y estudiado para mejorar los conocimientos aplicados a la construcción y a la ingeniería, y en especial a la aeronáutica.
Según describen, “este escarabajo tiene una notable capacidad para soportar aplastamientos y perforaciones de los ataques de depredadores, e incluso de resistir a atropellos de automóviles”.