Una nueva investigación realizada por científicos de Johns Hopkins Medicine confirma que las moscas de la fruta y los mosquitos son mucho más «inteligentes» de lo pensado hasta hoy: en promedio, los pequeños insectos cuentan con alrededor de 200.000 neuronas y otras células cerebrales. Esta carga neuronal les permite realizar múltiples procesos, incluso más que un superordenador. Aunque sus cerebros son simples en comparación con los de los mamíferos, son capaces de trasladarse, encontrar comida y realizar otras tareas complicadas.