Una investigación internacional liderada por la Universidad Complutense de Madrid logró ensamblar capas monocristalinas de óxidos cerámicos de unos pocos átomos de espesor, rotadas un ángulo arbitrario, enlazadas formando un nuevo cristal artificial que no existe en la naturaleza. En la interfase de unión entre capas ferroeléctricas el titanato de bario (BaTiO3) aparecen propiedades emergentes que podrían producir una revolución en la ciencia y tecnología de materiales.
Paper (abierto):
www.nature.com/articles/s41586-023-06978-6