El riesgo de contraer la COVID-19 aumenta con concentraciones elevadas de polen en el aire, según un estudio internacional publicado y que dirigió la Universidad Técnica de Múnich (TUM), Alemania. Las concentraciones elevadas de polen provocan una respuesta inmunitaria más débil en las vías respiratorias y por ello pueden causar en general la aparición de tos y resfriados, algo que los investigadores confirmaron que también pasa con la covid-19.