Echamos la vista atrás y nos vamos hasta el año 218 a. de C. Aníbal, al mando de un ejército multiétnico formado por más de 30.000 hombres a pie, 15.000 a caballo y 38 elefantes se propone cruzar los Alpes. Esta gesta marcará el inicio de la Segunda Guerra Púnica. El contingente humano cruzó pantanos, bordeó lagos, escarpó montañas y recorrió interminables desfiladeros. Entre tanto trasiego también tuvo que haber tiempo para el descanso y fue precisamente en este punto en donde se descubrió la ansiada solución.