Entre el 2200 y el 1550 antes de nuestra era (a.n.e) se desarrolló la cultura de El Argar en el sudeste de la Península Ibérica, una sociedad compleja en la cual hubo una diferenciación social en base a género y edad y una especialización en la realización de trabajos artesanales relacionados con la cerámica, la lítica, el textil y la metalurgia. Este saber se refuerza ahora con nuevas aportaciones que publica la revista Journal of Archaeological Science.