Un sensor implantable avisa con varias semanas de antelación del fracaso del trasplante de riñón en ratas, en comparación con biomarcadores de función renal usados ahora. Ubicado directamente sobre un riñón trasplantado, el implante suave y ultrafino detecta irregularidades de temperatura y conductividad térmica asociadas con inflamación y otras respuestas corporales surgidas del rechazo al trasplante. Luego alerta al paciente o médico con transmisión inalámbrica a un móvil o tablet.
- Paper:
www.science.org/doi/10.1126/science.adh7726