El aumento exponencial del porcino tiene controvertidas valoraciones. Desde el Gobierno se habla de «fascinantes progresos» mientras que profesores de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza, como el catedrático Víctor Sorribes, lo hacen de «las aberrantes condiciones de las macrogranjas del porcino». El Gobierno apoya esta industria, la del porcino, por el empleo que se genera y justifica la multiplicación de los beneficios económicos de los últimos años que quedan en las pocas manos que gestionan el mercado de exportación del 60% de producción