Armand Duplantis cumplió con las expectativas. Tres meses después de lograr un memorable 6,20 en los Mundiales en Pista Cubierta, el histórico saltador sueco sigue rompiendo todas las barreras posibles. En Eugene (Oregon), todas las miradas estaban puestas en él. Era la única barrera que le faltaba: el mejor pertiguista de todos los tiempos, llamado a batir una y otra vez sus propias marcas y alcanzar cotas jamás antes logradas, aún no había sido campeón del mundo al aire libre.
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