Me presento ante vosotros como uno más, como un servidor vuestro, como un servidor de España junta y España a trozos. Queridos y queridas meneantes, hoy empieza un proyecto ilusionante en el que vamos a dar lo mejor de nosotros y nosotras. Hoy, en este mismo y preciso momento, estamos haciendo Historia. Con mayúsculas. Juntos. Juntas. Y por separado. Salid a las calles, a las plazas, a los supermercados, a las panaderías, a los puticlubs de carreteras, a las iglesias, a las escuelas —que ahora mismo son más iglesias que escuelas—, a los campos de fútbol, a los campos de trigo, convenced, implorad, rogad, pegad a los que no quieran votarnos y escupidles en la cara por hijos de puta. Tratad a los niños como la escoria que son y acariciad a los gatos, que son nuestro pan, nuestra carne y nuestro futuro. ¡Engordadlos bien! No, a los niños, no: a los gatos. A ver si estamos en lo que estamos. Seguidme y tomaremos el poder, desecaremos los molestos mares e invadiremos Polonia. Votadme.