edición general
  1. @Ajusticiator "Ayer mismo lo terminé y no me he vuelto nazi, fíjate tú. Es más, si bien es un libro que debe leerse después de tener un bagaje cultural sirve para ver lo fácil que es llamar a los instintos primarios de la gente desesperada. Nunca he sentido tanto rechazo por las teorías eugenésicas como hoy."

    Bagaje para la autoreafirmación.

    "También el hombre que haya llegado a los 30 años tendrá aún mucho que aprender en el curso de su vida, pero esto únicamente a manera de una complementación dentro del marco determinado por la concepción ideológica adoptada en principio. Los nuevos conocimientos que adquiera no significarán una innovación de lo ya aprendido, sino más bien un proceso de acrecentamiento de su saber, de tal modo que sus adeptos jamás tendrán la decepcionante impresión de haber sido mal orientados; por el contrario, el visible desarrollo de la personalidad del Jefe provocará complacencia en la convicción de que el perfeccionamiento de éste refluye en favor de la propia doctrina. Ante sus ojos esto constituye una prueba de la certeza del criterio hasta aquel momento sostenido."
    Mein Kampf
  1. @Nick_el_Cadmio La cuestión es que dentro de su retorcido mundo con sus conceptos en los que su sociedad débil y corrupta ha sido manipulada por "el judío internacional" (cita literal) sus ideas encajan fantásticamente en un mundo en el que su raza es superior y el mundo conspira para destruir Alemania.

    El victimismo cala muy bien, por no mencionar que ciertas actitudes de los políticos actuales se comprenden mejor después de leer a grandes políticos del siglo XX. Como la propaganda, la repetición constante, hablar al público como una masa estúpida.

    Llega el punto en que comprendes por qué cuando sucedió aquello de 'los vecinos y el alcalde' de Rajoy el público presente aplaudió en vez de quedarse ojiplático. No lo aplaudían a él, aplaudían la idea de él que tienen en su cabeza a pesar de tener al real en frente tomándolos por gilipollas.
    1. @Ajusticiator Suscribo lo que comentas de que al leerle se comprenden mejor muchas actitudes modernas.

      Ahora bien, por explicar un poco más mi @nota, Hitler recomendaba (independientemente de lo que luego promoviera en la práctica) no participar en política antes de los 30 años para asegurarse que uno tiene cierto bagaje y así evitar caer en determinadas manipulaciones de ideologías malignas que consiguieran atraer a mentes más jóvenes, menos preparadas y más emocionales.

      Evidentemente, él consideraba que sus ideas eran buenas y que, como tal, debían autoprotegerse de influencias externas que cambiaran la visión política e ideológica de su esencia. A partir de cierta edad, el expandirse en conocimiento ideológico ajeno serviría no ya para descubrir nuevos conceptos y dejarse atraer por ellos, cambiando radicalmente la postura ideológica, sino justamente para apreciar lo erróneo o maligno de esas ideas y así reafirmarse más en las propias.

      Al comentar que tras leerlo no sólo no te has hecho nazi sino que nunca habías sentido tanto rechazo por las teorías eugenésicas como hoy, me ha venido a la mente ese párrafo, ya que nos autodefendemos de forma similar.
      1. @Nick_el_Cadmio Lo sé, pero he decidido ignorar ese aspecto por dos razones, la primera que aún no llego a los 30 y la segunda que cuando lo leí me pareció algo bastante cínico porque uno debe contrastar siempre sus ideas así que si al llegar a cierta edad notas que leyendo lo que leas sólo consigues reafirmarte tienes un problema.

        Comprenderás sin embargo por qué me es difícil verme afectado por las ideas nacionalsocialistas y el racismo como ideología de estado después de haber aprendido unos mínimos de genética y troncos raciales en la educación obligatoria (Y eso que nuestra educación tampoco es lo más de lo más).

        Y eso dejando a un lado el holocausto :-|

        @nota
        1. @Ajusticiator Uno siempre debe contrastar sus ideas, pero es enormemente difícil hacerlo, y de hecho casi nunca se hace. Generalmente uno deja margen al contraste en aquellos detalles menores, pero no en los conceptos troncales de su visión del mundo. Y no necesariamente es algo malo que así sea, ni tiene por qué implicar un problema, precisamente por lo que comentas, que es perfectamente comprensible: es muy difícil verse afectado o, mejor dicho, dejarse afectar, por ideas que uno aprecia como malignas y completamente contrarias a su visión. De hecho, lo más sencillo, y quizá hasta lo más adecuado, es evitar posibles tentaciones y hasta rechazar elementos que, incluso en el caso extremo de que pudieran ser perfectamente lógicos o demostrables científicamente, los considerásemos malignos o rechazables.

          Esta cuestión la planteaba de alguna forma personare en esta @nota y yo le respondía explicándole por qué no cambiaría de opinión incluso aunque hubiera una lógica aplastante detrás. Dicho de otro modo, aunque en círculos en el que se trate la lógica de forma pura consideraríamos problemático ese mecanismo de defensa, humanamente es adecuado.

      menéame