edición general
  1. Bueno pues os cuento. Andaba yo caminando tranquilamente por un sitio poco transitado de una pequeña ciudad del Perú cuando se me acerca un mototaxi, se baja un tipo y me intenta agarrar la mochila (llevaba la vida de cosas ahí dentro). En eso que en el forcejeo, se la arranco de las manos, y hecho a correr. El caso es que como llevaba chanclas, estas se van por otro camino en el mismo instante así como la botella de agua que llevaba en el lateral de la mochila. El único botín que tuvieron estos maleantes fue una chancla y la botella de agua (la otra la recuperé más tarde cuando volví a pasar por el lugar). Pues ahí me veis, descalzo por una calle sin asfaltar llena de piedras con bonitos ángulos, corriendo con todas mis fuerzas.

    100 metros más allá encuentro un portón abierto que resultó ser una escuela de primaria. Entro corriendo al patio lleno de niños, y pido ayuda al primer profesor que me encuentro. Éste me tranquiliza y me dice que me siente a la sombra para que se me pase el susto. Mientras él mira afuera para ver si ya se han ido los atacantes, viene un chavalín con Sindrome de Down, me mira extrañado y me planta tal escupitajo en la cara que me deja descolocado. (cont).
  1. @zeodryen
    Yo, sacando toooda la comprensión que puedo, le digo: "¿Por qué me escupes? No tienes que escupirme.". A lo que él me pregunta: "¿Por qué?. Entonces, yo sonriendo le digo: "Porque somos amigos". El niño, que en ese momento pareció darse cuenta, se fue arrepentido de su acto.

    Después de llamar a la poli (que por supuesto no apareció...) y a mi chica (que vino a por mi en 5 min), una profesora me ofrece un vaso de chicha (una bebida dulce típica a base de maíz), otra señora que vendía polos caseros me da uno para que me refresque, y una tercera le dijo a su marido que me llevase en su moto-taxi a donde iba inicialmente. Todo eso mientras una muchedumbre de niños me preguntaba cosas sobre mi país y sobre mi rojez de piel por el sol.

    Finalmente, nos despedimos de tanta hospitalidad espontánea y una mujer le dice a su marido, que tiene un moto-taxi, que nos lleve a nuestro destino. Al llegar, este señor se niega en rotundo a cobrarnos el precio de la carrera.

    Acabé con una mezcla de sentimientos, entre la cabronez de la gente que te quiere quitar lo tuyo por necesidad y la gente que te ofrece lo poco que tiene para intentar ayudarte después de un momento difícil.
    1. @zeodryen Joder, macho, ni Indiana Jones.
    2. @sacaelwhisky Indy nunca iría con chanclas y sin el látigo ¬¬
      @zeodryen
  2. @zeodryen @zeodryen como se suele decir, en las crisis se ve lo mejor y lo peor de la gente.
  3. @zeodryen @zeodryen ¿Y con cual de los dos sentimientos te quedas?
    1. @wochi El susto y el mal sabor de boca se te queda, pero la amabilidad de la gente hace que ese sentimiento agrio se convierta en agridulce.

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