Para las torrijas. Cójase un pan para torrijas o, en su defecto, uno tipo barra. Cójase además vino en buena cantidad, tipo manzanilla, jerez o similar, que sea potente, y échese un poco de azúcar en el mismo. Sumérjase el pan para que empape apenas unos segundos y que escurra bien. Sumérjase el pan en huevo batido y, con premura, échese en abundante aceite hirviendo. Una vez todo frito, deberá ponerse en cocción miel y agua (200 cc de agua para 1 kg de miel). Cuando empiece a hervir, déjese el pan ya frito apenas unos segundos enmelándose. Al haberlos frito todos, viértase la miel por encima sin miedo: a más miel, más duración.
Hale, ésta es la receta más engolada que tendréis en vuestra vida. Rosquitos coming.
A un huevo añadiréis cinco cucharadas de aceite de oliva de la mejor calidad (o sea, aceite andaluz), cinco de azúcar, siete de leche, un sobre de agua de litines, la raspadura de un limón o casi mejor de dos, tres cucharadas de anís del Mono. Cucharadas todas soperas. Mezclaréis bien y en nada empezará aquello a formar una agradable espuma. Iréis poniendo poco a poco harina de trigo, mezclando sin parar, hasta que se forme una masa maleable, ni muy firme ni muy líquida.
Pondréis aceite a calentar a fuego medio, que no esté muy caliente, os embadurnaréis de aceite las manos y formaréis roscos (los profesores sabréis bien de lo que hablo) que echaréis al calor. Cuando el rosco flote, dadle vueltas hasta que coja el color deseado. Procurad que el aceite no esté demasiado caliente, así se hará bien por dentro. Nada más sacarlo del aceite, que se bañe bien en tres partes de azúcar por una de canela molida.
Para las torrijas. Cójase un pan para torrijas o, en su defecto, uno tipo barra. Cójase además vino en buena cantidad, tipo manzanilla, jerez o similar, que sea potente, y échese un poco de azúcar en el mismo. Sumérjase el pan para que empape apenas unos segundos y que escurra bien. Sumérjase el pan en huevo batido y, con premura, échese en abundante aceite hirviendo. Una vez todo frito, deberá ponerse en cocción miel y agua (200 cc de agua para 1 kg de miel). Cuando empiece a hervir, déjese el pan ya frito apenas unos segundos enmelándose. Al haberlos frito todos, viértase la miel por encima sin miedo: a más miel, más duración.
Hale, ésta es la receta más engolada que tendréis en vuestra vida. Rosquitos coming.