edición general
  1. viene de aqui @belfasus

    Las cartas enviadas eran abiertas en correos, leídas y falsificadas.

    Tienes que venir aquí hermano, piden gente para la fabrica y hay mucho trabajo y bien pagado, Anna y los niños están contentos, le he hablado a mis jefes de ti y me dicen si vienes tendrían trabajo y alojamiento en las casas de las fabricas para vosotros. No te preocupes por el dinero, traete a tu mujer y a los niños, el partido te pagará el billete en tren, solo debes ir a una oficina publica y llevarles esta carta, ellos propiciarán todo.

    Y así es como pillas un tren, con una pase especial, y te paras en un apeadero, te bajas junto a tu familia, y otros como tu, el tren se aleja del apeadero y salen los soldados que os llevan a los campos. Pero tu vecino solo sabe que te has mudado por trabajo.

    Esos soldados si lo sabían todo ¿Y quienes eran? Los niños de las juventudes hitlerianas que habían crecido adoctrinados desde los 10 años y habían terminado en el partido nazi, la wehrmacht o las SS.
    Niños que denunciaban a familiares y amigos por disidentes, Pronto la gente empezó a entender que lo mejor era no preguntar y no molestar a los “chicos del uniforme”.
  1. sigue de aqui @belfasus

    Pero la realidad de las rehubicaciones, la conocían los lideres, los médicos, y los guardias de los campos. La población civil no lo sabia, y los que lo sabían no tenían medios para contarlo, o peor, si lo contaban atraerían las iras de los nazis sobre ellos.

    Cuando la guerra se pierde, y se liberan los campos y se muestran las películas donde se ve al realidad es cuando ocurren dos cosas: los que no lo sabían quedan horrorizados y los que lo sabían mienten porque son perseguidos y señalados. Es en ese momento cuando se produce el efecto negación. Todos niegan, y es difícil separar el grano de la paja. Algo parecido ocurre con los colaboracionista de la Francia ocupada. Eran la mayoría de la población, eso sin duda, pero tras el 45 resulta que todo el mundo había sido de la resistencia.
    1. Viene de aqui @belfasus

      Mis abuelos de los campos no supieron nada hasta después de la guerra o eso me dijeron. A mi abuela la creo por sus ideas politicas. A mi tio abuelo, pues le creo pero también creo que algo intuía. El pensaba que eran campos de esclavos.
      Conocí a un señor mayor que había servido en la Wermach en las campañas del norte de Europa. El te podía contar con lujo de detalles el horror del frente ruso, pero afirmaba no saber nada de los campos hasta la caída de la guerra. Pero, ojo, no los condenó jamas y decia que era normal. De hecho afirmaba que los rusos tenían campos, y los americanos también y que todos los aliados mataban a los no arios.

      Y el problema, que a veces olvidamos, es que en el siglo XX las potencias eran colonialistas y trataban a ciertas “razas” de cierta manera. El afirmaba que todo el mundo practicaba el genocidio, y que el único crimen de Alemania fue perfeccionarlo y perder la guerra. Si hubieran ganado, el sería un héroe condecorado y los campos un mal necesario.
      Por lo que éste no lo sabia, pero no lo condenaba, y le creí en su momento y le creo ahora.

      Pero como digo, es un tema complejo.

      Y eso es todo lo que puedo decir.

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