De eso no me cabe la menor duda. Lo he repetido muchas veces, no soy el único, que ir haciendo concesiones a la derecha lo único que garantiza es que accedan al poder. Cuando ellos gobiernan no se cortan un pelo en aplicar su agenda y desmontar todo lo construido y avanzado durante años. Con el PSOE (y no sólo en España) parece que cuesta avanzar, que hay más miedo por "molestar" a la derecha que defender lo que por convicción (o supuesta convicción) han prometido, tanto que parece (a mi juicio) que el cometido de Sumar ha sido deshacerse de los "ruidosos", "a ver si así nos dejan en paz".
Como dice @Ripio, hay una "ofensiva" global. Hace no tanto la mayoría, medios incluídos, reconocía que determinadas actitudes eran propias de hijoputas. Hoy en día lo llaman "sentido común". Podemos ver con cierta frecuencia a políticos, periodistas y gente de todo tipo afirmando con rotundidad que hay que saltarse la legalidad e incumplir los DDHH, pero eso sí, autodenominándose demócratas y defensores de la ley. Les falta un cuarto de hora para acabar de "salir del armario" y reconocerse como los fascistas que son.
De eso no me cabe la menor duda. Lo he repetido muchas veces, no soy el único, que ir haciendo concesiones a la derecha lo único que garantiza es que accedan al poder. Cuando ellos gobiernan no se cortan un pelo en aplicar su agenda y desmontar todo lo construido y avanzado durante años. Con el PSOE (y no sólo en España) parece que cuesta avanzar, que hay más miedo por "molestar" a la derecha que defender lo que por convicción (o supuesta convicción) han prometido, tanto que parece (a mi juicio) que el cometido de Sumar ha sido deshacerse de los "ruidosos", "a ver si así nos dejan en paz".
Como dice @Ripio, hay una "ofensiva" global. Hace no tanto la mayoría, medios incluídos, reconocía que determinadas actitudes eran propias de hijoputas. Hoy en día lo llaman "sentido común". Podemos ver con cierta frecuencia a políticos, periodistas y gente de todo tipo afirmando con rotundidad que hay que saltarse la legalidad e incumplir los DDHH, pero eso sí, autodenominándose demócratas y defensores de la ley. Les falta un cuarto de hora para acabar de "salir del armario" y reconocerse como los fascistas que son.